30 de mayo de 2008 | | 0 comentarios

Vistos

La media jornada de reposo prescrita por el médico me dejó recuperar la otra media invertida en urgencias. Entre tanto, dos cosas interesantes vistas esta semana:

La primera es la película
La Soledad, ganadora del premio Goya a la mejor película de este año. Cuando ganó apenas la echaban en un par de cines en Madrid, así que hemos vuelto a tirar de DVD. La película diferencia dos historias principales, la de una mujer que se muda con su hijo de un pueblo a Madrid y la de una familia de clase media.

Ambas historias están interrelacionadas por un hilo muy fino, pero ambas son historias abiertas que abarcan muchos más temas: las relaciones familiares, de pareja, las circunstancias sobrevenidas. La película, que dura algo más de dos horas, se sustenta en el peso de los personajes principales y secundarios, muy corrientes y muy humanos, por evidente que parezca esto último.

Lo que más destaca es la utilización de varios planos en la misma escena. En múltiples ocasiones la pantalla se desdobla para ofrecernos la misma acción desde distintos ángulos. Un diálogo o la simple acción de un personaje que se mueve de un lugar a otro, cobra así una dimensión mucho más cercana.

La historia es intensa, pero también se construye sobre largos silencios y sobre la visión de largas escenas rutinarias que quizás le dan esa lentitud a la que no acabamos de acostumbrarnos. En definitiva, me ha parecido muy buena y sobre todo, distinta.

Lo segundo es un reportaje de Documentos TV llamado Mi vida x 1000 Euros. Una visión sobre los denominados mileuristas contada por varios jóvenes en situación precaria: investigadores que no cotizan, licenciados en letras que buscan la estabilidad mediante una oposición, ingenieros mal remunerados y un vistazo al problema en el que parecen confluir todas esas vidas: la imposibilidad de acceder a la compra de una vivienda.

El reportaje aborda el problema de la espiral que produce una sociedad sobrecualificada en la que tener un título universitario no equivale a tener más posibilidades, sino a que el mercado, ante esa gran oferta de universitarios, no tenga la necesidad de compensar económicamente la mano de obra formada y los sueldos no estén en consonancia con el esfuerzo invertido y el coste real de la vida.

Muy interesante, de verdad.

27 de mayo de 2008 | | 0 comentarios

El callejero

Me entero de mano de un futuro (y muy preocupado) habitante de un nuevo barrio en construcción en el municipio de Alcobendas, que se está haciendo una votación popular en referencia a los nombres que recibirán sus calles.

Ya se sabe que, por un lado, los políticos son muy dados a hacer concursos de ideas para promover la participación ciudadana y que por otro, el ser humano es malo por naturaleza, así que la unión de ambas circunstancias puede provocar nefastos resultados que ya se han constatado en otras ocasiones, léase elección de Rodolfo Chikilicuatre como representante eurovisivo.

Como decía, en Alcobendas han pedido sugerencias para nombrar las calles y una vez recogidas las propuestas, se ha procedido a la votación. Cuál es la sorpresa al ver que la opción más votada por ahora en Internet es aquella denominada bajo el epígrafe magia e ilusión y que pronostica que los vecinos del barrio tendrán que poner en sus datos postales que viven en la calle de los sueños, la calle de la buena suerte, o la del buen humor…No es por nada, pero a mí vivir en alguna de las calles citadas me parece que suena a coña marinera…¿y tú dónde vives?, yo en la calle de los sueños. Me suena más propio a la distribución de algún parque temático infantil que a municipio de gran población. Como siempre, todo sería acostumbrarse.



Pero ya puestos, le he echado un vistazo a las posibles opciones existentes y a parte de las opciones convencionales, nombres de filósofos, de mares y océanos y esas cosas tan corrientes y vistas, hay un montón de propuestas con sus peculiaridades. En Alcobendas hay quien podría llegar a vivir en la calle maracas, en la calle del níspero, en la calle fucsia o en la calle del Alcázar de Toledo. Hecho éste último, ante el cual, mi amigo, convencido militante de la izquierda, se muestra especialmente sensible.

Y es que todo es posible cuando al ciudadano le dejan votar. Siempre me acuerdo de que hace algunos meses en Hungría votaron la denominación de un nuevo puente sobre el Danubio y la opción más votada fue Chuck Norris y hace poco, en un pueblo de Guadalajara, casi cambian la calle del General Franco por la de chiki chiki. No digo que esté mal el cambio, al fin y al cabo han tardado algunas décadas en hacerlo, sino en la opción barajada.


En fin, este fenómeno no resulta nuevo. Ccuando uno pasea por Madrid puede encontrarse con la calle Válgame Dios o la calle de la alegría de la huerta, pero no por ello, deja de ser curioso.

26 de mayo de 2008 | | 5 comentarios

Venidas abajo

Vengo de hacer un inpass entre el domingo pasado y el sábado que viene. Una manera como cualquier otra de dejar la hiperresponsabilidad que nos carga la espalda. Lo he hecho. He machacado la bici y me he olvidado un poco del mundo en el spa. Hasta que he vuelto a la realidad en el vestuario. Una llamada. Algo no se cura bien y yo añado más razones a la dermatitis nerviosa que tengo extendida por todo el cuerpo.

Ayer me acordé de una frase después del examen: Quien no arriesga no gana. Pero esto no es una sala de juegos y yo hice lo contrario, calculé mi estrategia y no arriesgué, aposté sobre seguro. Pocas preguntas contestadas pero correctas bien pueden ser la clave para aprobar un examen difícil al que le tenía ganas. Muchas. Las condiciones de estudio habían sido pésimas, pero el esfuerzo titánico, el sacar fuerzas de flaqueza a veces dan resultado. A veces me equivoco con esos planteamientos obcecados. Ahora espero la plantilla con una certeza muy negativa. Me paro, pienso de nuevo: tengo que seguir estudiando, pero en mejores condiciones. Esto no puede seguir así. Esto es una carrera de fondo, sí, pero no se puede seguir tirando sufriendo una pájara.

Hoy me he despertado sin creer que ya fuera lunes y que el fin de semana que viene venga con dos exámenes. De ahí el Inpass. He recibido un mail de alguien que me conoce...Carmen, deja ya de mirar las preguntas del examen...y he recordado otra frase: Si tiene solución, ¿por qué te preocupas? y si no tiene solución ¿por qué te preocupas?...pues eso, que lo de ayer no tiene vuelta de hoja y la vista hay que ponerla en el siguiente. Que las heroicidades no siempre aseguran el triunfo. Y que he de hacer más a menudo el ejercicio de recordar que, aunque vaya por la vida como si fuera un elemento programado, también soy humana.

22 de mayo de 2008 | | 3 comentarios

La tierna historia

El amor de aula es algo muy manido, pero créanme, no hay nada mejor que disfrutar de una clase que trate sobre una materia interesante y profesar profunda admiración al docente que la imparte. Esos casos excepcionales son los que tienen la capacidad de salvar cursos enteros rellenos de créditos de dudoso contenido o de eclipsar a malos profesores para que queden relegados al siempre agradecido olvido.

Entre la cantidad ingente de créditos que tuve que cursar (me maravillo con los planes de estudios que incluyen los viernes libres), confieso que hay asignaturas de nombre imposible realmente difíciles de recordar y otras que vienen a mi mente de forma inmediata porque tienen algo en común: que están vinculadas a un buen profesor.

Luego hubo otras, un pequeñísimo número, con las que disfruté especialmente, tanto por las materias: Literatura y Fuentes de información en Ciencias Sociales y Humanidades, como por el profesor, periodista y escritor. No tengo pudor en decir que el tipo me parecía apuesto y que me encantaba verle, escucharle y cruzármelo en los pasillos con su eterno paquete de ducados.

Hoy me he topado por casualidad con su nombre y he hecho uso de esa poderosa arma de rastreo que es Google para ver en qué anda metido. He podido ver que sigue en la facultad, que después de la poesía y el relato está cultivando la novela y que ha ganado algún premio de cierta importancia. Supongo también que habrá tenido alguna que otra alumna que haya seguido sus clases sin pestañear y que haya saciado su curiosidad leyendo sus obras fuera de horario.

Os dejo, para quien quiera conocerle, el enlace a una interesante colección de relatos breves que publica en la web de una editorial. Sé que mi opinión puede parecer subjetiva, pero creo que no me equivoco si digo que son buenos.

21 de mayo de 2008 | | 0 comentarios

Grandes titulares

Hay mañanas en las que la ronda matutina de diarios no tiene mayor importancia que la de releerse las noticias que ya se leyeron antes de dormir. En apenas 8 horas el mundo no cambia tanto y pocas veces ocurre que al emerger la página de inicio, salte hasta nuestro ojos una noticia en la tipografía de mayor alcance dispuesta por los medios de comunicación para los casos excepcionales.

Cae la cúpula de ETA en Burdeos y la alegría podría ser compensatoria por los días en los que uno se ha levantado y ha ido conociendo los pueblos vascos no por su gente ni por sus tradiciones, sino por los actos terroristas que cometen los que se consideran legítimos ciudadanos. Así conocimos Mondragón y Legutiano, Galdakao y Amorebieta y la tristeza de entonces no acaba de estar compensada, porque ya conocimos la tregua y la caída de otros tantos números 1 y números 2, pero el fin definitivo es aún un capítulo por definir.
Sólo cabe esperar que la debilidad en la organización sea el mal último que dé fin a esta negra página de la historia.

18 de mayo de 2008 | | 0 comentarios

Me salvó del tedio...

Un bohemio italiano instalado en París, especialista en desnudo y retrato, precursor junto a otros de una nueva corriente artística con epicentro en Montmartre, perseguido en sus trazos por la influencia de Gaughin, de Cezanne, de Foujita, de Picasso, de la escultura africana de trazos alargados que modeló en piedra antes de pasarse al lienzo. Trazos largos y mujeres que acabarían conviertiéndose en su confundible seña de identidad.

La noche de los museos provoca colas y tiempos de espera, pero a cambio a uno le dan la varita mágica que le permite sumergirse en el mundo de Modigliani pasadas las once y salir empapado de cultura del Palacio de Villahermosa una hora después, más allá de la medianoche, veinticuatro horas antes de que la colección temporal finalice y esparza definitivamente sus piezas por los museos del mundo.

Mientras se avanzan metros hacia la entrada del Thyssen Bornemisza, se cazan al vuelo conversaciones ajenas que dan pie a las propias y se admira Madrid desde el Paseo del Prado, que es como admirar a alguien que viste sus mejores galas. Tarea sumamente fácil.

Modigliani me salvó del tedio, pero antes de eso, ya había procedido a mi rescate una bella señorita que se quedó sin zarzuela debido a la simultaneidad que tienen los programas de fiestas, pero que a cambio, me permitió enseñarle los canapés de la esquina de la Plaza de Mariano de Cavia, avituallamiento imprescindible para la noche de los museos y las caminatas nocturnas

17 de mayo de 2008 | | 2 comentarios

El día chungo

Pues sí, es sábado y obligado día de estudio. Pero hoy me he levantado con unas profundas ganas de cerrar de un golpe el archivador y encerrarme en un paréntesis. Sábado 17 de mayo, pasa a ser nombrado oficialmente, en detrimento del santoral, día de hartazgo, de pie izquierdo, de ley de Murphy, de malhumor ambulante. Vamos, que no me apetece nada de nada el plan que tengo delante, que me encantaría irme a tomar el aperitivo, pasar la tarde viendo la exposición de Rodin y salir a tomarme una copa con los amigos. Todo lo contrario a las posibilidades recreativas desplegadas: ni estudio, ni sudar la gota gorda en el gimnasio, ni tan siquiera un hipotético concierto chungo de feria al que sólo acudiría en caso de urgente necesidad. Hoy encaja la frase perfecta en el día imperfecto, lo dice Fangoria, por ser feliz me iría lejos...muy lejos de mí.

15 de mayo de 2008 | | 8 comentarios

Presentación oficial

Algo he hablado ya sobre la adquisición del inmueble, pero apenas os he adelantado detalles y ya que ayer firmé el contrato de compra y la cosa es totalmente firme, habrá que proceder a la presentación oficial de la vivienda.


Empecemos por la localización: Miramadrid, gran proyecto urbanístico perteneciente al municipio de Paracuellos del Jarama (Comunidad de Madrid), está situado a 20 kilómetros al noroeste de la capital. Con acceso directo desde la M-50.


Como podéis ver en la foto (recomiendo pulsar sobre ellas para verlas en grande), Miramadrid, triplica la superficie de lo que hasta ahora ha sido el municipio, así que aunque ya está en su mayoría construido, como toda zona nueva, los servicios, zonas educativas, culturales, comerciales, etc. están en pleno desarrollo.

Dentro de Miramadrid, el edificio estará ubicado en una de las zonas más próximas al pueblo y muy cerca de la salida a la M-50.


Aquí va una imagen del satélite en la que se acota mejor la zona.


Y por último, unas fotos del estado actual del tema, un enorme agujero en el que pronto cabrán dos bloques con un total de 100 viviendas y que por ahora sólo puede rellenarse con imaginación. ¿Y cómo será?...pues muy apañadito, muy bien distribuido, casi 92 m2 útiles, 3 habitaciones, 2 baños, tendedero, terraza, 2 plazas de garaje y trastero.
La fecha de entrega es marzo de 2010, pero oficialmente ya ha empezado la época del maxi-ahorro. Lo de los muebles será otro cantar, por ahora me conformo con ojear revistas de muebles que en la vida me había dado por tocar. A mi alrededor hay al menos 3 personas que también tendrán casa por esas fechas, así que preveo largas y apasionantes conversaciones sobre decoración y visitas en grupo a IKEA.
Ya saben, cuando quieran conocerlo in situ, les hago una visita guiada.

14 de mayo de 2008 | | 2 comentarios

Sin secretos

Las buenas canciones perduran en el tiempo, se enredan en la memoria del oyente, superan la indiferencia de los medios y se transmiten mediante el boca-oído, premian a sus autores con la gloria de haber hecho feliz a algún oyente, o a miles...

Eso pone en el libreto de la edición especial con motivo del 30 aniversario de Los Secretos que hoy me llevo a casa para escucharlo en los ratos tontos en los que entre hoja y hoja, bostezo y bostezo, se me vaya el santo al cielo.

Cierto es que en mi memoria, hay momentos que sólo caben en una canción de Los Secretos, y que en su inmensa mayoría son atisbos tristes del pasado, lógico si tenemos en cuenta la línea melancólica del repertorio del grupo. Pero mi teoría es que son canciones de las que te hacen tocar fondo para luego resurgir de tus cenizas y poder pasar a otras notas más animadas, una especie de transición musical para la superación de dificultades. Algo similar me pasa con Revólver.

Me hubiera encantado ver en directo al grupo original, pero he tenido que conformarme con ver en acústico a la formación que, desde el fallecimiento del alma del grupo, lidera Álvaro Urquijo. Excelente concierto, buenísimo sonido en el Conde Duque en el 2003, pero sin Enrique, algo descafeinado.

Son 4 CD's entre audio y video, pero voy a empezar por buscar qué corte hay que poner para que cuando monte en el coche suene Cambio de planes.

13 de mayo de 2008 | | 4 comentarios

Pasapalabra

Considero, modestia aparte, que no tengo un vocabulario pobre, pero lo cierto es que muchas veces leo y me doy cuenta de que en castellano, aun siendo nuestra lengua materna, puede pasarnos como con otro idioma que no manejemos a la perfección, que eres capaz de leer y entender ciertas palabras que, sin embargo, nunca utilizas, bien porque no te vienen a la cabeza, porque son excesivamente antiguas, o porque si se te escapan, corres el peligro de que nadie te entienda y te mire con cara de ¿mande?, excepto cuando tu interlocutor es un cultureta digno de que le otorguen sillón en la RAE y tienes que andarte con cuidado de recordar y emplear en la conversación el máximo de palabras en desuso para estar a la altura.

Hace poco me ví envuelta en una de esas conversaciones bibliotecario-cenutrousuario (va por
frikitecaris) que quedan para el anecdotario. Una adolescente de aproximadamente 14 años, leyó en la carátula de un DVD que iba a llevarse en préstamo, que esa película era una visión mordaz de no sé qué cosa...la chica me preguntó ¿qué es mordaz? y en ese momento se activaron conjuntamente el María Moliner que llevo dentro y el orgullo opositor de no fallar la respuesta bajo ningún concepto.

- ¿Mordaz?...estoooo...¿sabes lo que es irónico?
Gesto negativo con la cabeza
- ¿sabes lo que es sarcástico?
Gesto negativo con la cabeza
- ¿y satírico?
Gesto negativo con la cabeza

En ese momento yo estaba por decir pasapalabra, pero no quería que la muchacha se quedara con la duda, así que lo intenté por la vía simple, la definición inventada sobre la marcha.

- Algo contado con un humor muy fino, con un punto de maldad.

La chica asintió tímidamente, cogió su DVD y se fue, no sé si entendió algo en ese momento o si tuvo que ver la película para comprender el significado de la palabreja en cuestión.
Luego me asaltaron las dudas de no saber si yo con 14 años sabía el significado de aquellas palabras o si por el contrario, las nuevas generaciones vienen sin el disco de expansión de vocabulario mínimo necesario para desenvolverse en la vida. También me arrepentí de no haber sacado el carácter que precisan estas situaciones, haberme recolocado las gafas, reajustado el moño y haberle dicho que ya que estaba en la biblioteca se dirigiera a la estantería donde crían polvo los diccionarios.

Tuve mis razones para no hacer ese movimiento, de lo contrario, me apuesto lo que quieran a que hubiera tenido que enseñarle in situ cómo se busca en uno de esos libros gordos que vienen ordenados por orden alfabético, o peor, no hubiera aceptado acompañarme en esa aventura del saber alegando que prefería llegar a casa y buscarlo en Internet.

10 de mayo de 2008 | | 0 comentarios

Testamento vital

Amén de los desagradables enfrentamientos que se han producido en el blog, esta semana he asistido al milagro de Lázaro, ese de levántate y anda.
Después de una estancia hospitalaria, alguien que había dado por perdida su calidad de vida debido a una dolencia que le impedía dormir, andar o subir una escalera sin que ello no fuera un acto de sufrimiento, ha vuelto a sentir que su cuerpo vuelve a ser en parte lo que era gracias a la neurocirugía. Últimamente estoy que canto loas a la sanidad pública.

Sin embargo, las horas de pasillo en un hospital dan para mucho. Conocí a una mujer de 40 años, editora de una famosa revista para mujeres, que había sufrido un repentino mal del que se había salvado milagrosamente con el extraordinario mérito de no haber visto mermadas sus facultades, algo casi inexplicable para los médicos.

Conocer a esa mujer, un caso que podría ser cualquier otro, verla sobrellevar una situación refugiándose en la ironía para no desesperar, me ha recordado que llevaba ya algún tiempo dándole vueltas a lo del testamento vital.

No es que esté pensando en posicionarme ideológicamente. Por norma general, estoy a favor de todo aquello que suele provocar controversia en la sociedad y que tiene como fin que cada uno pueda elegir qué hace con su vida y con su cuerpo. Si no que estoy pensando en la seria posibilidad de tramitarlo.

Me gusta ser muy cuidadosa con ciertas cosas hasta el punto de que me gustaría tener controlado todo aquello que pueda afectar a mi persona. Tener por seguro que en caso de una mala situación, nadie va a tener la responsabilidad moral de decidir por mí, librar de esa carga a familiares y amigos anticipándome a las circunstancias.

Lo que me frenaba hasta ahora era la idea de tramitar algo sobre lo que no tengo conocimiento real, por lo general tenemos el conocimiento implícito de la muerte, pero ésta no entra en nuestros planes y por eso resulta complejo firmar las condiciones en las que uno no querría seguir viviendo.

Ver a esta mujer me ha hecho ver que la cruda realidad es que no siempre hay una suerte inaudita para todos, que estar en perfectas condiciones hoy no exime a nadie de verse sorprendido y que aunque uno no suela imaginar su muerte como parte de su vida cotidiana, mucho menos imagina quedar en un limbo sanitario y legal en el que poco o nada se pueda hacer.
No creo que el testamento vital tal y como está legislado sea la panacea, pero la realidad es que, por ahora, es el único trámite que nos ampara.

8 de mayo de 2008 | | 9 comentarios

Blablabla

No soporto la indiscreción. Me pone mala que un amigo (nº 1) que es a su vez amigo (nº 2) de otro amigo (nº 3) me cuente lo mucho que se han reído los amigos nº 1 y 2 con los detalles de una conversación que mantuve con el amigo nº 3 y en la que yo sepa, ninguno de los amigos nº 1 y nº 2 estaban presentes. ¿Fenómeno telepático?, no, más bien fenómeno indiscreto. Debería cantarme una de Alaska...¿a quién le importa?...pues a mí, que no lo soporto y se me hincha la peligrosa vena de estar chinada.

6 de mayo de 2008 | | 3 comentarios

Buenas causas

No se me ocurriría hacer campaña para convencer a nadie de algo de lo que yo no estoy absolutamente convencida y aunque los usuarios de este blog puedan contarse con los dedos de las dos manos (contando con activos y pasivos, eso creo), no voy a desdeñar la oportunidad de servir a un fin social.

Yo, donante activa, que cumplo cuando puedo con el ritual de donar cada 3 meses y no pierdo la oportunidad de convencer a los que me rodean de que la donación debería convertirse en un deber ético, acabo de volver a recibir la noticia de escasez de sangre que me llega cada pocos días por mail, sms o cualquier tipo de soporte publicitario.

Entiendo las fobias, el mal trago, las circunstancias de cada uno, pero no entiendo a esas personas perfectamente sanas que van periódicamente a hacerse un análisis de sangre para conocer su estado de salud y no son capaces de hacer exactamente lo mismo por el bien de otros pacientes enfermos que puedan necesitarlo.


Acabo de leer, otra vez, que los bancos de sangre están bajo mínimos en la Comunidad de Madrid, que se están demorando operaciones por ello y lógicamente, aunque la noticia haya perdido impacto debido a su repetición cíclica, me ha pillado en ese momento delicado en el que la misma donación que yo hago periódicamente con el simple ánimo de ser solidario con un ciudadano anónimo, me gustaría que se revirtiera mañana en una persona próxima en caso de necesidad.

Piénsenlo, sólo son 15 ó 20 minutos de su tiempo para una buena causa.

4 de mayo de 2008 | | 6 comentarios

Hablemos de...

Me había pertrechado de cosas para el fin de semana y al final lo que más me ha absorbido ha sido una serie que no había pensado ver y un libro que no había pensado leer.

El libro Sexualmente reúne anécdotas sexuales de una conocida presentadora, Nuria Roca. Un libro de los que se leen apenas cuentes con una neurona despierta, facilito, de los de pasar hojas rápido porque ningún capítulo excede de las dos páginas.



Nuria habla en primera persona en todas las historias sexuales, así que queda en manos del lector imaginarse que todas las virguerías y experiencias son de cosecha propia. Si así fuera y como diría un amigo mío y poniéndome un poco brutita y en la línea narrativa que sigue Roca, esta muchacha tendría más vicio que la sábana de abajo. Lo que me queda claro después de leerlo, es que esta chica tan mona y correcta que ha querido dar la campanada editorial con un manual de "todo lo que cabe en el sexo es normal y más si lo hago yo" no es que esté muy liberada, sino muy leída y documentada, que no es lo mismo.

Además de eso, con la cantidad de series que hay, el blog Espoiler de Hernán Casciari en El País es un buen lugar para escoger alguna serie nueva que ver aparte de las fijas, sobre las que algún día haré mi particular top ten.

Una de ellas, Tell me you love me, me llamó la atención y como se bajaba en un pis pas, ya casi voy por la mitad de una serie de temporada única, lo cual me asegura que el enganche no va a ir más allá del último capítulo. Hace ya tiempo que vi Californication, una serie que los americanos prometían como una apuesta sexual arriesgada. Lo cierto es que la serie está bien, y el registro de Duchovny me encanta, pero el resto es puro márketing, nada comparado con ésta.



Tell me you love me trata sobre 4 parejas que por diversas circunstancias se enfrentan a una crisis y acuden a una terapeuta de parejas. El guión está muy bien, con historias independientes lo suficientemente amargas como para pensar que pueden ser reales como la vida misma, en las que destaca el alto, explícito y muy abundante contenido sexual, lo que hace que esta serie no sólo hable de las relaciones de pareja sino que también las muestre.



Unos vuelven de viaje y otros llegamos al fin de un puente que nos ha sabido a poco. Qué quieren que les diga, la verdad es que no hay ninguna gana de poner un pie en el lunes. A partir de esta semana y por diversas circunstancias, dosificaremos los ego-post. Ya les contaré.

2 de mayo de 2008 | | 1 comentarios

Elegy

Vi Elegy, la película de Isabel Coixet que tenía tantas ganas de ver, en V.O. tal y como recomendaba mi particular guía del ocio.

Me he rendido a los pies de la directora catalana que me hizo llorar tanto con Mi vida sin mí. Me he rendido al cuarto oscuro de la casa del Profesor Kepesh, a su forma de coger el rostro a una mujer para besarla y sobre todo, me he rendido a los pies de Ben Kingsley, a su cabeza de modelo perfecto para esculpir un busto de bronce, a su elegancia impecable que le hace merecedor de todas las conquistas que quisiera atribuirse y que yo me creería.

Consuela, a ratos bellísima y a ratos físicamente imperfecta según lo precise el guión, me ha reconciliado con Penélope en este registro donde aporta la madurez de la que Kepesh no está dotado hasta que el animal moribundo no desarma su coraza.

La vista a otro lado para no sufrir, el camino que se sigue sin mirar atrás, el abandono del dolor como si fuera ajeno a nosotros como forma de supervivencia, la renuncia a lo que puede darnos la felicidad suprema porque conlleva el riesgo de perderlo. Esa mirada de Kepesh es un recordatorio de la inseguridad que lleva implícita la condición humana ante la que cada cual debe adoptar la actitud que más le compense.
La de Consuela, por el contrario, es de esas miradas que amarran a los que huyen.