27 de noviembre de 2008 | | 4 comentarios

El aparato




Seguridad en ti misma, ¿hay algo más valioso?

¡JA!

Pues sí, ayer dimos el gran paso. Después de comenzar la ronda de reconocimientos odontológicos por allá por mayo, ya tengo colocados unos bonitos apliques metálicos en los dientes que tienen como objetivo quitarme el apiñamiento de los dientes inferiores. Hay que ver...toda la adolescencia renegando de ponerme aparato y ahora lo llevaré hasta la treintena.
El resultado provisional es que me duele la mandíbula y tengo un constante dolor de cabeza a consecuencia de la tirantez de la boca. Lo peor sin duda es el tema de la comida, esta mañana comerme una tostada ha sido un logro y no digo nada cuanto he querido seguir mi rutina de comer cereales. No me extraña que todo el mundo diga que con la ortodoncia se adelgaza, no es que se te quite el hambre, es que la mitad de la comida se te queda entre los alambres.
Aunque llevaba mucho tiempo concienciada, aún no me he acostumbrado a verme con un montón de cositas metálicas pegadas a los dientes. A principio no se sabe cómo hacerles hueco en la boca y hablas raro. Lo bueno es que la parte de abajo se me ve poco, algo que será físicamente imposible de ocultar cuando me coloquen los chismitos en la parte de arriba dentro de quince días.
En fin...voy a hacer acopio del merchandasing odontológico para estas situaciones: cera para cubrir los brackets, cepillo interdental, cepillo especial para ortodoncias y todas esas cosas que espero que hagan un poco más llevadera la experiencia de los primeros días. Ya les iré haciendo partícipes de mis quejas.

24 de noviembre de 2008 | | 0 comentarios

Poesía en escena II

El sábado volvimos a apuntarnos al plan de Poesía en escena. Ya saben, ciclo de poesía de diversas modalidades, conjugando diferentes artes. Así, un día nos encontramos ante poesía teatralizada y otro musicada. En definitiva, poesía mezclada con diferentes elementos y hecha por distintos autores, poesía que siempre queda bien y combina con todo.

Esta vez, poesía femenina y joven: Vanesa Pérez-Sauquillo y María Eloy-García. La primera, muy espontánea con su poesía apoyada en el gesto preciso, en el recital lento y pausado, en el tema cotidiano como demostración de que se puede hacer poesía sobre la ropa tendida y la cajera del supermercado, por qué no. La segunda, más introvertida, más lírica, muy suave en el gesto y en el verso. Y haciéndoles compañía a la izquierda del escenario, un cuarteto de jazz fuera de lo común, con sus instrumentos al uso y con otros que no lo eran tanto y una voz sorprendente, inusual, que borboteaba al hilo de los versos.

Y después nos fuimos corriendo, que habíamos quedado. Las invitadas al plan de la tarde enlazamos con el plan de la noche, con el oriental que no pestañea y nos contamos, porque hacía mucho que no nos veíamos en sábado y nos animamos con los futuros viajes y planeamos nuestro fin de año, que esta vez, caerá en día 3.
Y después de todo nos despedimos, porque creo que volveremos a coincidir más pronto que tarde, porque el sábado que viene puede que haya poesía en escena o puede que un musical, aún no se sabe con certeza. Lo iremos decidiendo sobre la marcha, según llegue el cuerpo al final de la semana.

23 de noviembre de 2008 | | 0 comentarios

No sin mis tildes

Yo sabía que volverían, como oscuras golondrinas, las tildes a mi pantalla. Mucho blog y mucha red social, pero me olvidé de que todo eso no es nada sin un buen segurata que te lo guarde.
Dejé la actualización del antivirus de un día para otro: para cuando tenga tiempo, para cuando salga una nueva versión, para cuando las ranas críen pelos y así sucesivamente, hasta que alguno de esos bichos malolientes entró a hacer de las suyas y un buen día me vi obligada a escribir sin tildes, me las habían robado del ordenador y poco importan las virtudes de la informática cuando las tildes no pueden incorporarse al cuerpo de un mail y el resultado es que acabas poniendo un imperativo donde quieres poner un tiempo pasado. Moraleja: en mi escala de valores la gramática queda por encima de las nuevas tecnologías.

Hasta aquí hemos llegado – dije - puedo tener problemas al subir fotos, una conexión lenta hasta el tedio, tener el ordenador lleno de restos de programitas que descargo para comprobar su utilidad y que luego apenas utilizo...pero me niego a escribir sin tildes.

Mano de santo: antivirus, escaneo del sistema, limpieza general y volvieron las tildes a su lugar, los imperativos bien diferenciados de los tiempos pasados, como debe ser. Qué alivio.

20 de noviembre de 2008 | | 5 comentarios

Llegando

Viernes: Objetivo y reto. Atravesar desiertos de psicotécnicos, lagunas llenas de usuarios, manglares de textos legislativos por alcanzar el ansiado ídolo: una aventura. Disimular la ojera, las pilas gastadas con unos polvos translúcidos y un poco de rímmel: un fingimiento. Sonreír si te dan las comisuras para ello: una pirueta gimnástica. Emitir sonidos inteligibles o dar una opinión coherente sobre algún tema: salir del encefalograma plano. Quererle a él más que a Morfeo: una cuestión que queda en entredicho. Cambiar los ¡¡¡!!! por ZZZzzzz: pura supervivencia. Cumplir el viernes lo que se promete el lunes: un desproposito. Una idea repentina: sacar a bailar al último usuario de la semana.

18 de noviembre de 2008 | | 0 comentarios

Terapias literarias

Les contaba hace unos meses en este blog una tierna historia y hoy tengo que redundar en el tema porque he vuelto a toparme con su nombre por casualidad, primero porque he reclamado que su novela "La línea Plimsoll", pedida hace ya algún tiempo, llegue a los estantes de la biblioteca y segundo, porque en la misma tarde y sin saberlo me he topado con su nombre hojeando Babelia, el suplemento cultural de El País del día 15 de noviembre.

Habla desde la tribuna del suplemento Juan Gracia Armendáriz, no se sabe si por mera ficción como punto de partida o como nada agradable experiencia personal, de hemodiálisis, de enfermedad y sobre todo, de literatura, como bálsamo harto recurrido para el lector convaleciente y cómo no, para el escritor, que puede utilizarlo como recurso literario para crear, llegando a ahondar en la experiencia incluso de manera patológica.

Y es que utilizar una experiencia personal como inspiración requiere ahondar en lo más profundo, allá donde los demás no quieren llegar porque supone la visualización de un fondo abismal, de tal forma que el escritor puede convertirse en un temerario, un incendiario a costa de su propia salud (física y sobre todo, psicológica) para obtener el fruto final que le compense: la creación de una obra que, a buen seguro, luego será símbolo perpetuo del fondo tocado.

Buen análisis el de Gracia Armendáriz, o ¿quién sabe? quizás sólo sea buena la opinión de un lector que lee con buenos ojos...

17 de noviembre de 2008 | | 0 comentarios

La vida es sueño (y los sueños, sueños son)

El arte tiene como base la creación de algo nuevo. Un creador, sea cual sea el arte que cultive, debe innovar, sacar a la luz algo que no se haya visto hasta la fecha o, a lo sumo, tomar el arte de otros y reinventarlo, haciendo una nueva versión que podrá llevar su sello, pero que siempre sera sometida a comparación.

Versionar una obra no equivale a mejorarla, aunque ese caso pueda darse, sobre todo cuando se trata de determinadas obras que han perdurado durante siglos y llevan el calificativo de clásicos que las hace inviolables. En esa categoría hay obras que no deberían tocarse y hay otras que han de prestarse a la versión de forma obligatoria, para que de cuando en cuando puedan ser revisitadas y mantengan su vigencia y por tanto, puedan poner de relieve la excelencia que las hace ser obras universales.

Una de esas obras de reinvención obligatoria es La vida es sueño, que fue llevada a escena por primera vez en 1635 y que 373 años después sigue prestándose a las mas diversas escenografías sin que por ello el texto pierda fuerza. La versión de Juan Carlos Pérez de la Fuente introduce en el texto versado del siglo de oro elementos que van más allá de la modernidad, una escenografia sobria y un vestuario decididamente futurista, sin que se pierda en ello una trama excelente en el que confluyen personajes de fuerte calado.

Segismundo, el preso abocado a ser un tirano, interpretado por Fernando Cayo en esta versión de la Compañía del Siglo de Oro de la Comunidad de Madrid, resulta absolutamente apabullante, consigue que el espectador le crea la brutalidad y le conmueva un monólogo que es de lo mejor que existe en género dramático. Lo mismo ocurre con Clarín (Daniel Huarte), con Rosaura (Ana Caleya) y con el rey Basilio (Chete Lera), por poner algunos ejemplos. Buenos, muy buenos actores, de los que te suenan por la televisión y cuya verdadera dimensión se reconoce sobre las tablas.

Si alguien sigue mi consejo y quiere ver este clásico imprescindible, que tome nota, estará en el Teatro Albéniz de Madrid del 4 al 21 de diciembre.

14 de noviembre de 2008 | | 0 comentarios

Sucinta semana

Reencontrada con un buen amigo, de los que corren en dirección del fuego.
Extasiada con una copa de vino tinto y las guías de viaje.
Arrastrada por la marea facebook y los regalos virtuales.
Preocupada por el devenir y lo por suceder.
Reconciliada por una noche con el Carpe Diem.
Embelesada por los principios y los para siempre que perduran todavía.
Confiada en la fortuna y en la inestable justicia del esfuerzo.
Anonadada ante las fugas en los controles de la Guardia Civil.
Reestablecida de la flojera de los viernes al calor de la barra de un bar.
Instruida en el conflicto palestino, en la edición y en la economía doméstica.
Y a pesar de todo...preparada para escuchar que la vida es sueño...

[y los sueños, sueños son.

11 de noviembre de 2008 | | 2 comentarios

Los limoneros

El premio del público del Festival de Berlín 2007 se titula Los limoneros y es una historia agria sobre el conficto palestino-israelí que toma como punto de partida la lucha de una viuda por defender su única pertenencia, unas hectáreas de limoneros que son su único sustento y que de la noche a la mañana, pasan a ser un peligro para la defensa de Israel.

La historia pone de manifiesto una vez más las irreconciliables diferencias de dos pueblos separados por un muro de hormigón, un muro de la vergüenza como tantos otros que se han construido a lo largo de la historia para separar físicamente lo que el devenir de los acontecimientos y la religión se han encargado de situar en polos opuestos.

En medio de la pobreza y la falta de oportunidades está Salma, que no duda en defender lo que a ojos de los demás es un simple trozo de tierra y que ve cómo su vida se llena de obstáculos en medio de una sociedad machista y profundamente arraigada en sus costumbres religiosas. Por otra parte está Mira, la nueva vecina y esposa del ministro de defensa israelí, que verá como el conflicto pone a prueba su estabilidad personal.

Una película que, si bien es totalmente recomendable y tiene momentos muy tiernos, también constituye un duro testimonio de lo que pueden dar de sí las posturas extremas y la injusticia. No hay que olvidar que está basada en una historia real en la que la lucha no tenía como objeto unos limoneros sino unos olivos y que por tanto, no es una ficción que finaliza con los títulos de crédito sino que tiene su continuación en la realidad.

7 de noviembre de 2008 | | 1 comentarios

Equipación

Todo viaje, por pequeño que sea, tiene su preparación. Hay quien se equipa para la temporada de esquí, quien piensa en abrigarse para ir al círculo polar y quien se informa del trámite de las vacunas necesarias para volar a Senegal. Parecen reportajes del Conde Nast Traveler, pero no es así, toda esa gente que hace esos planes existe, pulula a mi alrededor y parecen haberse confabulado para que yo tenga que aceptar mi ya de por sí dura rutina de opositora, como una especie de penitencia en la que al final no sé si veré la plaza o a dios, cual Santa Teresa de Jesús.

Ante estas duras pruebas de la vida, los verdaderos opositores acabamos desarrollando mecanismos de supervivencia, así que yo, persona seria a la hora de aprovechar al máximo las experiencias, estoy preparando concienciudamente mi próxima escapada para que no me pille falta de resistencia y pueda seguir el ritmo que sea necesario.

En un mes, con ocasión del puente de diciembre, pisaré tierras de La Rioja. Mis visitas al gimnasio se han espaciado notablemente, pero aún así, creo que mi fondo físico será suficiente para afrontar la ruta por los monasterios. Segura de esto, he decidido que debo poner todos mis esfuerzos en potenciar mi capacidad de ingesta de caldos de la tierra, así pues, ayer mismo comenzó mi entrenamiento con una botella de tinto crianza de 2005, añada calificada como excelente por el Consejo Regulador, acompañada de un buen plato de jamón, que sin ser necesariamente de la tierra, potencia su gusto y unas tostas para que la cata no resulte indigesta.

Así pues, durante todo este mes, seguiremos, cual my fair lady, ahondando en la práctica y en las buenas maneras enológicas y si todo sale bien, el señor de Pigmalión y yo seremos capaces de controlar las mejillas sonrosadas con la primera copa y nuestra dicción no decaerá con la segunda.

Queda, por tanto, demostrada la verdad incuestionable con la que abríamos el post. Todo viaje, por pequeño que sea, precisa de preparación.

*Imagen tomada de www.ginatonic.net

5 de noviembre de 2008 | | 3 comentarios

Vote for change

1865. Es abolida la esclavitud en Estados Unidos bajo la presidencia de Abraham Licoln.

2008. Barak Obama, se convierte en el primer afroamericano que asume la presidencia de Estados Unidos.


4 de noviembre de 2008 | | 6 comentarios

Comida japo

Pese a la mofa de alguno de los individuos que se asoma a este blog de forma absolutamente imperceptible, que te guste la comida japonesa no es un requisito para ser un cultureta gafapasta. De hecho, se puede ser así sin que te guste la comida japo o te puede gustar la comida japo sin tener ni una dioptría. Así es la idiosincracia del gusto.

Dicen que hay fiebre japonesa, que lo japo está de moda. Así que sin miedo a ser vituperada afirmo que si lo que está de moda es el manga, no me produce el menor interés, pero sin embargo, si hablamos de gastronomía japonesa, puedo decir que ha sido un descubrimiento que merece toda mi atención.

No hablamos de comida china, tampoco de comida asiática en plan general, ni tan siquiera nos referimos al wok. Hablamos de comida japonesa, con sus elementos básicos, arroz, pescado, mariscos, tallarines y un largo etcétera, que destacan por estar muy cuidadosamente elaborados y presentados. Obviamente, sabemos que gran parte de la comida japonesa se come fresca, así que a todo aquel al que le produzca aversión la palabra "crudo" que sepa a lo que se expone, pero también lo que se pierde: sabores en estado puro.

Apenas soy una iniciada, pero he de reconocer que la comida japo ma va enganchando y eso que al principio el arte de aprender a manejar los palillos no te ayuda mucho a disfrutarla. Puede que también haya tenido suerte porque, salvo en mi primera visita a un restaurante de estas características, siempre he ido con personas entendidas en la materia que saben lo que piden cuando abren la carta. Y eso, como no, otorga ventaja.

3 de noviembre de 2008 | | 2 comentarios

Obras

Tanto hablar el sábado de metros cuadrados, propuestas de decoración y papel pintado en el cálido ambiente de una trattoria, que por el sabor de su canolos bien podría estar situada en cualquier pueblo siciliano, me inspiró a ir el domingo a visitar las obras de mi futura casa.
En la nada agujereada que había hace seis meses se levantan ahora 3 bloques y en el que corresponde a mi vivienda queda por construir sólo la tercera y última planta. Ya están los trasteros, los garajes y ya se podían ver los ladrillos apilados y listos para empezar con el siguiente paso.
Ahí queda el testimonio gráfico:

1 de noviembre de 2008 | | 1 comentarios

Una de...

Siempre me ha encantado esta canción y aunque dudaba que se pudiera igualar o mejorar el original de Seal, ahí está Alanis.
Una canción que ya tiene un par de años pero que me pone las pilas en los días atareados.