31 de marzo de 2010 | | 1 comentarios

Ascensos a la sierra madrileña

Los sabios consejos del buen peregrino recomiendan preparar el Camino de Santiago con unas buenas caminatas que nos ayuden a acostumbrar el cuerpo y los pies a recorrer largas distancias. Con esa premisa, el domingo 28 de marzo nos dirigimos hacia la sierra madrileña para hacer una ruta por el Parque Natural de Peñalara.

Con una hora menos de sueño por el cambio al horario de verano y con cierto retraso sobre la hora establecida, la ruta comenzó hacia las 11 de la mañana y los once excursionistas o domingueros, nos encaminamos hacia la cumbre con la idea de llegar a la laguna de los pájaros, a cinco kilómetros del punto de inicio.

Tuvimos la suerte de disfrutar de un día soleado, sólo se oscureció con unas nubes que finalmente no fueron una amenaza y nos encontramos un recorrido lleno de nieve, lo que incrementó el grado de dificultad de la marcha. Ciertas subidas fueron bastante duras para las piernas de los excursionistas, pero a cambio, el paisaje era precioso y la temperatura ideal, bastaba con una capa de ropa y en algunas ocasiones, se podía estar en manga corta. Para los que no frecuentamos la montaña y no practicamos deportes de invierno, la sensación de pisar la nieve y notar como cruje bajo los pies es una maravilla.


Dos horas de subida y cinco kilómetros después, llegamos a la helada laguna de los pájaros, fue el momento del descanso, la admiración del paisaje y el avituallamiento: bendito bocadillo de tortilla. Tras el inpass, comenzamos el descenso, más ligero quizás pero no menos peligroso, la nieve cuesta abajo es en muchas ocasiones una trampa.


El descenso fue significativamente más corto, se hizo en hora y media y a la llegada a meta, nos esperaba un café al sol de la sierra madrileña, fin de un domingo estupendo y preludio de un lunes de piernas cansadas que no tiene tanta importancia cuando la semana que sigue es tan breve como ésta.

Primera toma de contacto para el camino y parece que nos encontramos en plenas facultades.
* El estupendo reportaje fotográfico es del hombre que se esconde bajo el pseudónimo de Justin.

26 de marzo de 2010 | | 0 comentarios

Infracciones

14.45 de un viernes que precede a la Semana Santa. Como este año nos reservamos para las vacaciones peregrinas de mayo vendremos el lunes, pero bueno, lo importante es que estos últimos minutos saben a gloria y que vamos poniendo el mecanismo en off.
Mañana me enfrentaré a la 2ª parte de un curso de Educación Vial y ya por fin me lo quito de encima. Hace unos meses cometí una torpeza y dejé el coche en un carga y descarga durante media horita y cuando volví el coche se lo había llevado la grúa, así que tuve que rescatarlo del depósito municipal y después, esperé pacientemente a que llegara la multa a mi domicilio.
La multa, como es obvio, no se extravió, ni desapareció por ciencia infusa por mucho que así lo deseé, así que cuando la recibí leí en la letra pequeña que podía conmutarla por un curso de educación vial siempre que fuera mi primera multa en ese municipio (para más inri ha sido mi primera multa en diez años como conductora) y que tuviera menos de 30 años. Como la grúa ya fue bastante sangrante, decidí que mi precaria economía no se merecía semejante varapalo, así que decidí optar por este curso y sentirme farruquito por unas horas.


Aunque mi temor era ser la abuela de un curso para quinquis que no se ponen el casco para ir en ciclomotor, la verdad es que la experiencia de la primera parte ha sido bastante distinta, somos más de veinte, creo que la media está en más de veinticinco años y el 80% están allí por exceso de velocidad.

Estos cursos tienen algo para que uno vaya con cierta desgana y pasotismo, pero la realidad es que hay una cosa cierta, sea el rollo que sea, aunque en este caso la verdad es que se refrescan ciertos conocimientos oxidados y se toma algo de conciencia necesaria, el ayuntamiento en cuestión deja de ingresar en sus arcas una cantidad de dinero nada desdeñable, a la vez que paga a un profesional para impartir el curso y pone a su disposición un centro.

Además de pensármelo dos veces la próxima vez que ignore una señal, creo que no hay que dejar de loar ciertas iniciativas.


17 de marzo de 2010 | | 2 comentarios

Síntomas primaverales

Empieza a asomar el buen tiempo. Ya tocaba, porque el largo y frío invierno empezaba a tener pinta de nunca acabar. Ahora llegarán las alergias y demás molestias primaverales, pero al menos yo estoy encantada de salir de casa a plena luz del día para ir a trabajar, una de esas cosas sencillas que a uno le dan la vida.

Como Uri está en las Américas en uno de esos viajes que a uno siempre le apetecería hacer pero para el que no siempre se dan las circunstancias, le sustituyo y hago doblete por las tardes en la recepción de una escuela de música. Yo, que soy analfabeta musical por completo, paso las tardes escuchando de fondo los violines, los pianos, el canto...pensando en lo gratificante y ameno que debe ser saber tocar un instrumento. Ya saben, la típica sensación del que no está dotado para un arte y aún así admira al que posee esa habilidad, aunque no se dedique profesionalmente a ello, aunque sólo le sirva para entretenerse...vamos, tiene que ser una delicia.

Con un escenario tan idílico como el buen tiempo y la música de fondo he de comenzar a hacer lo que tengo pendiente: andar. En mayo me espera un tramo del Camino de Santiago entre Ponferrada y Santiago de Compostela, siete jornadas de larga andadura por tierras leonesas y gallegas, así que mis pies ya pueden ir acostumbrándose al kilometraje.

Mi modelo de bota, aunque es de otro color

Por el momento he dado el primer paso lógico: comprarme unas botas que no tenía y el siguiente paso es no cometer el error de estrenarlas en el camino, aunque aún así, temo que saldrá a relucir mi faceta de pupas. Sé que la experiencia va a ser dura, lo dice todo el mundo, así que intentaré estar mentalmente preparada para el sufrimiento y trabajaré sobre mi lado más quejica para que sea llevadero.

A pesar de todo, me apetece mucho hacerlo, creo que tiene que ser una experiencia única en la vida independientemente de la motivación con la que se haga y además casi nadie se retira, así que aunque sea sólo por orgullo, tendremos que hacer lo imposible, porque si no, no habrá llegada triunfal a la Plaza del Obradoiro y sin eso, no habrá post.

10 de marzo de 2010 | | 2 comentarios

Regresos

Vergonzoso. Ayer me recordaba mi pepito grillo particular, que llevo como tres semanas sin actualizar el blog Ya no es por la responsabilidad de que alguien me lea (aunque a los 3 ó 4 lectores habrá que mostrarles algo de respeto) sino, porque estoy de un vago redomado impresionante.

Así pues...¿qué ha sucedido últimamente para que el blog haya quedado relegado al último lugar de la última lista de mis tareas pendientes? A saber:

- Me he encontrado atrapada entre esas dos grandes instituciones que se caracterizan por su limpieza y sus actividades desinteresadas: los bancos y las constructoras. Así pues, después de la ilusión de la llamada del banco, signo evidente de que el piso está al caer, llegó el desengaño de las condiciones de la subrogación de la hipoteca, por lo que tuve que poner el mecanismo a trabajar para encontrar una nueva hipoteca menos abusiva pero que supone un desembolso económico con el que no contaba. Conclusión que he sacado: odio el sistema capitalista.

- He estado a la espera de las notas. Ya sé que prepararse dos asignaturas de las 5 de este cuatrimestre no era una hazaña, pero ya me costó lo mío. La idea era que si aprobaba las dos, seguía adelante, si sólo aprobaba una, me lo pensaba y si suspendía las dos, colgaba los libros ante tamaño fiasco. Finalmente, el resultado ha sido esperanzador (un notable y un aprobado raspado) y como tal, nos enfrentaremos a otras 2 ó 3 asignaturas en junio y a otras tantas en septiembre. Esperemos que no haya sido ésta la suerte del principiante.

- No he viajado pero me he recreado bastante en los dos viajes que me esperan a lo largo de este año: el Camino de Santiago en mayo, sin motivación religiosa pero con muchas ganas de vivir la experiencia con la mochila a la espalda y París, una ciudad que hace diez años no me llamaba la atención y que ahora estoy deseando conocer...debe ser la edad, eso será en septiembre, así que todavía queda.

- He hecho un curso de InDesign para aprender a maquetar. No tiene nada que ver con mi trabajo, pero nunca está de más saber manejar este tipo de programas. Por si acaso alguna vez alguna editorial requiere mis servicios totalmente desinteresados. También tengo pendiente un curso de educación vial, es un curso reformatorio para peligros al volante como yo...pero esa es otra historia.

- Por último, le he puesto los cuernos a este blog escribiendo para
otro que espero visiten para que con el tiempo, tenga más visitas, más comentarios y en definitiva, más vidilla. Enlacen Entre miradas en mis favoritos.

En fin...pase el tiempo que pase, no dejen de pasarse por aquí, que más tarde o más temprano, siempre acabo reapareciendo.