Yo sabía que volverían, como oscuras golondrinas, las tildes a mi pantalla. Mucho blog y mucha red social, pero me olvidé de que todo eso no es nada sin un buen segurata que te lo guarde.
Dejé la actualización del antivirus de un día para otro: para cuando tenga tiempo, para cuando salga una nueva versión, para cuando las ranas críen pelos y así sucesivamente, hasta que alguno de esos bichos malolientes entró a hacer de las suyas y un buen día me vi obligada a escribir sin tildes, me las habían robado del ordenador y poco importan las virtudes de la informática cuando las tildes no pueden incorporarse al cuerpo de un mail y el resultado es que acabas poniendo un imperativo donde quieres poner un tiempo pasado. Moraleja: en mi escala de valores la gramática queda por encima de las nuevas tecnologías.
Hasta aquí hemos llegado – dije - puedo tener problemas al subir fotos, una conexión lenta hasta el tedio, tener el ordenador lleno de restos de programitas que descargo para comprobar su utilidad y que luego apenas utilizo...pero me niego a escribir sin tildes.
Hasta aquí hemos llegado – dije - puedo tener problemas al subir fotos, una conexión lenta hasta el tedio, tener el ordenador lleno de restos de programitas que descargo para comprobar su utilidad y que luego apenas utilizo...pero me niego a escribir sin tildes.
Mano de santo: antivirus, escaneo del sistema, limpieza general y volvieron las tildes a su lugar, los imperativos bien diferenciados de los tiempos pasados, como debe ser. Qué alivio.
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