13 de junio de 2008 | |

Llamando a retirada

Lo bueno que tienen los suspensos es que son una prueba infalible para los que necesitamos una señal que nos indique cuándo parar. Por que si no fuera así, si por nosotros fuera, seguiríamos contra todos los elementos, dejándonos en ello lo que hiciera falta, releyendo viejos post-it que te persuaden del abandono y te adiestran en la falsa creencia de que has nacido para superar todas las adversidades...sin hacer caso al mundo, que se va desmoronando a tu alrededor mientras tú sigues con todos los frentes abiertos, sin querer cerrar ninguno.

Lo bueno de suspender es que te obliga a entrar en boxes y una vez allí, las cosas ya se ven desde otra perspectiva. Es como la bofetada o el gesto de agarrar por los hombros de alguien que no sabe cómo decirte ¿se puede saber qué estás haciendo?


Lo bueno de los suspensos es que traen la tregua del verano y te dejan el horizonte despejado hasta septiembre, lo cual puede parecer poco, pero en realidad es mucho tiempo...mucho, para pensar fríamente y tomar sabias decisiones y para hacer un ejercicio de humildad, de asumir que no se puede más.

Lo bueno de los suspensos es que recordaré lo que es vivir, me iré de jornada campestre y futbolera con los amigos, me haré una escapada a final de mes y no pasaré el día de mi cumpleaños pensando que quedan dos días para volver a examinarme.

Definitivamente...necesitaba ese suspenso.

P.D. Mi limpia y despejada agenda está esperando ansiosamente todos los eventos que tengan a bien proponer.

2 comentarios:

Grine dijo...

Un buen descanso es la mejor prescripción médica que le pueden recomendar... Mejor así, recargar pilas y desestresarse en verano es todo un lujo que no debe desaprovechar.

Un beso fuerte y mucha energía positiva para disfrutar, tomamos nota de esa agenda libre ;)

Mentxu dijo...

Grine...pues sí...a ver lo que nos dura el descanso, que ya me conozco...Pero en cualquier caso, habrá que verse pronto.

Besos!