13 de abril de 2008 | |

Cosas que no echaré de menos de la oposición

1.- El pago de tasas. La de cosas ociosas que podría haber hecho con el pico que se me va en pagar los costes de examen cuyo precio suele oscilar entre los 12 y los 43€. Cantidades aparentemente pequeñas pero que multiplicadas por las convocatorias firmadas dan como resultado una barbaridad. Como diría una sufridora que conozco, cada vez estoy más convencida de que los presupuestos del estado se sostienen con nuestras tasas.

2. Los temarios. Cuando parece que los temas abarcan todos los temas habidos y por haber en este área de conocimiento, siempre hay algún tema nuevo que rehacer, una ley que acaba de cambiar, un nueva invención de las mentes pensantes del tribunal...Punto y aparte merecen las convocatorias de fuera de tu comunidad y que te obligan a estudiar el Estatuto de Andalucía o la Historia de nosequépueblo, por poner un ejemplo y que serán autodestruidos de tu memoria en el minuto dos después de que el examen llegue a su fin.

3. La lectura diaria de BOE y BOCM. Publicaciones oficiales bastante feas e infumables sin entrar en pormenores y en las que encontrar una convocatoria sin saber la fecha exacta es una odisea (palabra de documentalista).

4. La presentación de instancias. Internet ha sido un gran avance, pero hay quien prefiere utilizarlo como medio de disuasión. Si quieres putear al personal les obligas a recorrerse medio Madrid para recoger la instancia de forma presencial en vez de colgarla en Internet. Te puede pasar como con "la forma A38" en las
12 pruebas de Asterix, que llegas al sitio en cuestión y se les han agotado y te remiten a otro sitio que está en el otro extremo de Madrid, que tiene las solicitudes pero no las registra, y así hasta el infinito burocrático.

5. Exámenes en fin de semana. Debería estar prohibido por ley convocar un sábado de verano a la hora de la siesta...molesto y verídico. Lo mismo ocurre con los domingos por la mañana, es absolutamente desmotivador para un opositor salir a la calle a examinarse y encontrarse con los que vuelven de fiesta. El peor de los casos posibles es aquel en el que, ya que vas, te da por trasladarte con amigos para aprovechar y hacer turismo y mientras ellos se van de farra el viernes o sábado por la noche, a ti te toca irte a la camita temprano para conservar a salvo tus neuronas...después la realidad es que cuesta encontrar a voluntarios que se levanten pronto para acompañarte en el trance.

6. Contar la vida en plazos. ¿Quién dijo que hay más días que judías?, pues estaba en lo cierto...hay días hábiles, naturales, inhábiles, festivos, que no computan...toda una jerga con la que resulta difícil aclarar si uno aún está en plazo para echar la instancia, y digo yo...con lo fácil que sería decir..oyesss, que el día X es la fecha tope.

7. La jerga profesional: Instancia, Méritos, Concurso, Vacante, Interinidad, Oferta de empleo, Bolsa de empleo, Oposición, Laboral fijo, Provisional, Definitivo, Corrección de errores, Causas de exclusión, Suplencia, Bases, Convocatoria...no crean, enterarse de cada cosa conlleva su tiempo.

8. La amistad en la tesitura de un examen. Uno acaba familiarizándose con las caras que ve en los exámenes porque al fin y al cabo este mundo es muy pequeño, y también están los compañeros de fatigas...pero seamos sinceros (creo que estoy cavando mi propia tumba), a la hora de la verdad, la amistad pasa a un segundo plano y todo el mundo mira de reojo al resto y salvo en poquitas excepciones, se suele musitar la palabra “suerte” con poca convicción.

9. El vacío posterior. Tras días y días y horas de estudio, uno acaba el examen, mira el listado de cosas que ha ido apuntando en su encierro sobre las cosas que haría cuando acabara la pesadilla y de todas ellas, sólo le apetece meterse en la cama porque el cuerpo no le da para más. Más adelante, cuando se haya descansado lo suficiente y haya que volver a la carga, el efecto se invertirá y uno mirará la silla de estudio como si fuera a darle una descarga eléctrica en cuanto coloque allí sus posaderas.

10. El estudio. Lo prometo sobre todas las cosas.

5 comentarios:

Aurelius75 dijo...

Carmen,

que artículo más ambiguo ¿no?.

Hablas como si lo hubieses pasado, empero creo que no es así.

Es como si hablaras "trasterrada" de tí y, a la vez, "enterrada" en ti.

Carmen, que sensación más agobiante y mórbida. Espero que acabes pronto con esa dualidad si no quieres acabar peor que yo (jajaja).

Salud y República (que hoy toca, leñe),

Eduardo Aurelio.

Mentxu dijo...

Muy "animoso" su comentario. Creo que su sensación de ambigüedad se solucionaría con un anexo al título entre paréntesis que diga (cuando consiga la plaza) que no he creído necesario. Le agradezco su preocupación por mi salud mental, pero es obvio que si puedo reírme aún de las cosas que me queman es que aún está a salvo.

Aurelius75 dijo...

Carmen,

la verdad es que no soy yo la persona más indicada para dar ánimos a nadie.

Ojalá te saques las oposiciones ¿Así lo he hecho mejor? No me pidas algo más entusiasta, por favor, porque no sale: Qué no soy la alegría de la huerta sino la divina comedia.

Te admiro por tu férrea voluntad y tu estupendo coraje: Porque yo no la tengo.

No sé si aprobarás o no, pero deseo de corazón que seas feliz cada día de tu vida; y que tengas a los tuyos a tu lado cuando pases por los valles de sombras, para vislumbrar la luz al final del camino.

Salud y República (reyes y princesas a los cuentos de Perrault),

Eduardo Aurelio.

Grine dijo...

Me encantan tus 10 mandamientos a cumplir tras la oposición.

He de reconocer que no echo nada de menos ninguna de las cosas que comentas y la que menos... estudiar, aunque debería ponerme las pilas con el carné de conducir.

A ver si se me regeneran las neuronas y vuelvo a darle al callo.

Mentxu dijo...

Bueno, bueno...si alguien puede aportar alguna cosilla desde "el otro lado" es Grine...así que si me he olvidado de alguna cosa más que no se echa de menos, ya sabes!.
A por ese carnet, que comparado con nuestro particular via-crucis, es una tontuna!...
Besos!