23 de abril de 2008 | |

Lectura de El Quijote. Último capítulo

Digamos que fue del agrado de autoridades y asistentes. Hubo personas que leyeron francamente bien, concretamente una chica con síndrome de down que nos dejó a todos sorprendidos con una lectura perfectamente dramatizada que no es adulación gratuita ni condescendiente, que conste.

Esta versión de El Quijote también ha llegado a su fin con la muerte delirante del hidalgo que se sucede puntualmente en las lecturas públicas cada 23 de abril. A pesar de que hayan desmentido la coincidente muerte de Shakespeare y Cervantes, estas fechas marcadas en el calendario de forma tradicional no dejarán de celebrarse, más que nada porque no creo que los catalanes dejen de celebrar Sant Jordi de esa forma que algunos madrileños envidiamos.

Dicen que el gesto de la rosa y el libro no acaba de cuajar en Madrid y me alegro. Lo veo como un acto simbólico imbricado en una sociedad concreta que lo vive desde la época medieval, antes de que existieran los cortes y las fnacs. Si la tradición llegase a Madrid en el siglo XXI no sería más que una estrategia de marketing sin base alguna y para eso ya tenemos días del padre, de la madre...así que dejemos a los catalanes el mérito de una fiesta lectora, que nosotros, los bibliotecarios, celebramos (sin tanta efusividad, todo sea dicho) cada día laborable.
Aunque si hay que ajustarse a la realidad y sin ánimo de ser pesimista, dentro de poco, la idea romántica de la festividad del libro pasará a ser eclipsada por otra festividad mucho más participativa dedicada a su gran competidor, el DVD.

4 comentarios:

Aurelius75 dijo...

Quien quiera sistemas compactos digitales de vídeo/audio
interactivos para leer, qué con su pan se lo coman.

Mi menda seguirá buscando ese olor a celulosa nueva o ajada, con tapa dura o blanda: Vale que no beba, no fume, no...
...Pero el libro de toda la vida es el único placer (junto con la música) que me queda, y más vale que no me lo toquen (jajaja). Aunque sean de papel reciclado: Ni tocarlos, que arde Troya.

Es de las pocas que sacan de mí un reaccionario; pero con razón.


Eduardo Aurelio (otro caballero de la triste figura).

Anónimo dijo...

Hay que ver, hay que ver, hay que ver...

Qué gran obra esa que menta. ¿Sabía usted señorita Mentxu que de pequeño mi egregio progenitor (ya sabe que cuando nombre usted al ilustre Alonso Quijano, me acuerdo de él...creo que se llama nemotecnia) nos leía a mí y a mi hermana un capítulo del Quijote cada noche antes de irnos a dormir?

Esperemos poder repetir invento con nuestra descendencia, sin tener que acudir al DVD de turno. ¿no le parece?

Besos

Mentxu dijo...

Ya veo que he dado con fervientes defensores del libro impreso.

Eduardo Aurelio, si ese es el placer que te queda, sigue disfrutándolo, creo que seguirá teniendo larga vida.

Alba difusísima, ya veo que le debe su gran dominio del lenguaje a las macedonias de personajes para antes de dormir.
Hay que ver..si todos hubiéramos tenido la misma infancia no andaríamos por esos blogs de dios dándole patadas al diccionario.

Anónimo dijo...

Hay que ver Doña Mentxu, no niego que el evaporamiento de neuronas a estas horas (nunca quede un jueves por la noche con amigos)haga mella en futuras actuaciones, pero le aseguro que son de esos momentos que dan relevancia a la vida.

Tenemos una cita pendiente. Desde hace demasiado tiempo. Si me dice que este fin de semana puede, no se hable más.

Es demasiado tarde, pero quizás lea aquel pasaje famoso en que el todavía aspirante a caballero hace guardia a sus armas enfrente de la posada, impidiendo que nadie se acerque. Siempre me ha gustado esa parte... no me pregunte la causa.

Quizás sea un defecto de fábrica, pero es que me encanta ese librito de Cervantes.

Creo que a usted no especialmente. Algún día me tendrá que explicar por qué.

A pasar buen viernes...

Beeeeeeeeeesos.