27 de marzo de 2009 | |

Despejándome

Me quedan tres cuartos de hora para acabar la jornada del viernes, pero no de un viernes cualquiera, sino de ese viernes post-oposición traumática...Desde el martes de la liberación, la pregunta más escuchada tras el ¿cómo te ha salido? ha sido ¿qué se siente al tener tiempo libre? y estarás liberada ¿no? y aunque lo más socorrido es decir aún no me ha dado tiempo a darme cuenta, lo cierto es que no he parado de hacer cosas.

Si de las primeras cosas que uno se da cuenta cuando acaba un proceso tan largo como éste es que todo tiene un final y que hasta lo que parece que no va a llegar nunca, al final siempre llega...lo siguiente que averigua es que el tiempo libre no corre igual cuando estás frita bajo la lamparita con la cabeza metida en los apuntes que cuando estás de un lado para otro haciendo lo que te da la gana...qué gran averiguación la mía ¿verdad? pues fíjense cómo ha sido mi vida los últimos años que yo acabo de enterarme.

Y el cuerpo se te queda hecho una pena...esa es la realidad...tanto dormir 8 horas para poder rendir, tanto "salir de tranqui", tanto no beber para estar fresco, tanto no caer en la tentación...que cuando tienes que darle caña...te dice que no...así que perdonen la expresión, pero tengo el cuerpo amariconao, con ese sentimiento de querer hacer cosas, pero con el cuerpo apático y chungo.

Poco a poco, sin hacer sobreesfuerzos, vamos a empezar a ponerle a punto, considero que ya he cultivado la mente bastante y que ahora, le toca el turno al cuerpo...así que vamos a empezar a incrementar el nivel de alcohol en sangre para que no caer redonda a la segunda copichuela, vamos a bajar las horas de sueño porque según algunas teorías conlleva un mayor aprovechamiento de la vida y vamos a empezar a prepararnos físicamente para hacer alguna carrerita popular, que ya hay ganas.

Esos son los planes iniciales...a ver qué se me va ocurriendo según vaya tomando aire.

3 comentarios:

Yunque dijo...

Carmen, no creo que prepararse unas oposiciones tenga mucho que ver con cultivar la mente: Más bien entraría en la rama teológica de martiriología. Es más, cuando consigas la plaza se dará por consumado el "milagro" (que bien te lo has currado), y sólo te faltarán unas cuantas obras piadosas para tu canonización, si no recuerdo mal las explicaciones que un ex-jesuíta (Antonio González) me dio al respecto de lo escrito, al respecto, en derecho canónico (jejeje).

Lo de cultivar el cuerpo está bien; pero convendrás conmigo que "darle al alpiste" te aleja un poquitín de las carreras populares: A no ser que, ahora, en las carreras populares puedas correr un carrito lleno de botellines (jejeje).

un saludo.

Mentxu dijo...

no creo que prepararse unas oposiciones tenga mucho que ver con cultivar la mente

De ese tema quería yo hablar...pero más adelante porque llevo un tiempo desarrollando una teoría sobre ese asunto.

pero convendrás conmigo que "darle al alpiste" te aleja un poquitín de las carreras populares

La realidad es que a estas alturas no creo que levante mi exigua, por no decir inexistente, carrera deportiva, sólo hablo de "acabar" una carrera popular (o varias, si se tercia)...así que intentaré hacer algún sacrificio por ello...por ejemplo, no pasaré de dos copas la noche de antes ;)

Yunque dijo...

Carmen, si eres capaz de "acabar" una carrera popular es que estás muy en forma: Hace un año y medio corrí una meadia marathón, y acabé para el arrastre, principio de deshidratación ¡Y me había bebido hasta el agua de los floreros en los puestos de avituallamiento!.

Ah, se me olvidaba: No le pidas al cuerpo mucha jarana etílico-nocturna, que ya vamos teniendo una edad de cine-teatro-zarzuela ;). Bueno, al menos yo sí. 33 castañas, Carmen, que me cayeron en Enero, como una losa que convierte el "qué quieres chaval" en "¿Qué quería el caballero?". Eso duele, Carmen, ya veras, ya ;).