4 de marzo de 2009 | |

Aguantando el tipo

Hay quien dice que está muy bien eso de conseguir los objetivos que uno se propone en la vida, pero que no hay que olvidar que lo que más tiempo te va a llevar es el camino hacia la meta, por tanto, también hay que saber disfrutar de ello.

Ójala la vida consistiera en eso ¿no? en escaparse a las ciudades que aún no se conocen, beber un buen vino, disfrutar de los que te brindan su tiempo...Estoy en plan existencialista, pero es que o hago eso o no sé dónde ha ido a parar mi tiempo en los últimos 3 ó 4 años, los mismos que se han dedicado con tesón a una sola cosa: trabajar para poder ver la vida pasar con más tranquilidad cuando ocurra eso que estoy esperando.

A sabiendas de que no hemos acabado (no será por ganas), cuando ya has soltado lo que tenías que soltar sobre la hoja y crees que ya ha pasado lo más duro, el cuerpo te pide que te des una tregua y que te desates...pero son más fuertes las ganas de salir que has ido creando durante las horas de encierro que la energía que realmente te queda.

No obstante, planeamos una escapada de 30 horas. A Valladolid, que queda cerca y es pequeña y además, tiene eso típico de poder ir de bar en bar de casi todas las ciudades españolas. Habrá quien le guste airearse en el campo o apoltronarse en el sofá...a mí lo que de verdad me apetece hacer para saber que definitivamente soy un poco más libre es alejarme, brindar y comer. Aunque el cuerpo no me dé para ello y al segundo verdejo mi cara se vuelva más blanca que el papel.

En fin...se trata de ir recuperando poco a poco el espíritu. Aguantar la espera y ver si por fin, esta vez sí, nos enfrentamos a la prueba final.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro muchísimo por tu VICTORIA. Estás casi en la cumbre, un momento importante para cualquiera que tenga toda la vida por delante como tú. Ha llegado el momento de levantar esa copa de burbujas de destellos y guiños al futuro y decir "ahora o nunca" (que me recuerda a mi Elvis en aquella canción de juventud)...y será ahora el 24 de marzo cuando llegue el momento de quemar papeles, apuntes y malos ratos y bastantes juergas perdidas...¡lastima que sea el 24! porque si fuera antes del 19 podrías aprovechar y quemar to lo malo en las fallas.....aaaaaahhh, me gusta tu camiseta y esa postura e jarras casi desafinante que parece decir ¡ y ahora qué!.
Pedro G.

Mentxu dijo...

Gracias por tus palabras, Pedro.

Sí que es cierto que cuando uno ha puesto tanto empeño en algo, estos momentos, en los que uno siente que acaricia la victoria, son únicos. Sin embargo, uno también siente el vértigo de estar anticipándose peligrosamente a las circunstancias...pero es que ¡son tantas las ganas de llegar a la meta!

En fin, el día 24 iré con esos brazos en jarras a enfrentarme a los últimos enemigos que quedan.

Besos y ¡bienvenido!

Encanto2 dijo...

Bien, muy bien. Tu word funciona entre tus dedos y despeja la niebla. Lo dominas, lo estrujas, le hablas y le pides que no te la juegue en el último momento...pero para eso está mi magia blanca y conjurar el destino...para que tus "enemigos" no te pongan zancadillas y al final puedas cruzar la meta y tengas el triunfo de las personas que han luchado por un ideal o por un sueeño o por un trabajo.
¡¡¡ADELANTE!!! El word es tuyo.
Pedro G.