...ese día es hoy, lunes de puente sin puente, sin compañeros a la vista y con las ganas de trabajar a medio gas. Dos horas, quedan dos horas para volver a reengancharse al día de fiesta, toca limpiar...mi casa no, nuestra casa tampoco, que ayer pasé por delante y sólo le falta el cartel de próxima inauguración...sino la otra, la de él, digo...la nuestra, que hay que ir acostumbrándose. Cosas de emprender por separado y encontrarse en el camino, hacerse mayor, pensar en el futuro, darle vueltas a la economía, contar, recontar, romper la hucha, pensar en Ikea y en qué comemos mañana.
...pero también, qué bonito estaba el Templo de Debod el viernes y cómo me gusta la opción de escena nocturna de mi cámara. Qué discusiones más tontas se nos ocurren a veces y que mal se duerme cuando se te resbala de entre las manos la puerta del coche. Y las luces de Madrid apagadas, también a medio gas, como yo, como estas ganas de que llegue el momento de no volver hasta 2010.
...y los quebraderos de cabeza que da estudiar a distancia y no saltarse las hierbas por si acaso, de una vez, se obrase el milagro...
2 comentarios:
La nuestra, la mía, la suya... qué lástima de posesivos.
Con lo bonitos que son esos artículos o esos demostrativos que simplemente acompañan al sustantivo. O los que salen del cascarón y se convierten en pronombres.
Y el tuyo o el mío se convierte en tú o en yo. Finalmente, es lo único que queda. Lo único que importa.
No hay más que añadir.
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