Era Benedetti un poeta de esos que gustan tanto y a tantos porque se les entiende. La poesía necesita tiempo para leerla despacio y digerirla y por eso no tiene tantos lectores, pero Benedetti llegaba a todos porque su poesía era ligera y a la vez profunda, no tenía la pesadez de los poetas enigmáticos y hacía versos de los de tomar prestados para dejarle a alguien caer en un momento de desesperanza, de amor, o de nostalgia.
Tenía la apariencia del oficinista que fue por muchos años, de hombre sencillo y no sé por qué, de hombre honrado y entregado a la causa de la escritura como tabla de salvación para los lectores que tropezaran con sus Inventarios o con su Primavera con una esquina rota, el Benedetti novelista no destacó tanto, pero también nos cautivó entre sus páginas.
Se me va un poeta significativo, como se fue José Hierro y se me irán otros a los que voy agrupando en la estantería de los libros a los que recurro cuando quiero que un verso me despierte o me apacigüe y me encuentro de bruces con el dilema - grandioso dilema - de no saber qué elegir.
Esta mañana cogí uno de esos libros de Benedetti que nunca leí linealmente, siempre a saltos, eligiendo la poesía no por la página, sino por el momento y llegué a uno de mis versos preferidos, dentro del poemario A ras de sueño, que por circunstancias de la vida, conservaré para siempre dedicado por el poeta en una feria del libro:
Hay que amar con valor, para salvarse.
Sin luna, sin nostalgia, sin pretextos,
Hay que despilfarrar en una noche
—que puede ser mil y una— el universo,
sin augurios, sin planes, sin temblores,
sin convenios, sin votos, con olvido,
desnudos cuerpo y alma, disponibles
para ser otro y otra a ras de sueño.
(A ras de sueño, 1967)
3 comentarios:
Excelente análisis de lo que era Mario Benedetti.
Un soñador, un amante, un tipo corriente, un encontrador de palabras. Un genio.
Otro que se va.
Las bombas cada vez caen más cerca.
Otro que se va y nos deja tristes. A ver si para la racha.
MUA!
Benedetti is dead!
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