31 de diciembre de 2009 | | 1 comentarios

Añada 2009

Antes de escribir este post - último del año - he releído el del año pasado. Más o menos recordaba lo que decía, pero me ha gustado hacer memoria, por aquello de no perder la perspectiva, el qué pensaba yo de lo que estaba por venir.

Ante un 2008 regulero - que no malo - 2009 parecía prometedor...y lo ha sido, porque un deseo, y he ahí la importancia de un solo deseo, me ha reportado una gran cantidad de felicidad. Cada cual tiene sus cuotas de felicidad repartidas de la manera que quiere y en mi balanza, esa estabilidad laboral que tanto ansiaba, ocupaba un hueco enorme. Ahí está, conseguida, lograda, alcanzada. Hoy me siento recompensada y libre. Y para los que no logren asociar estas palabras con el verbo trabajar, les digo, que sí, que es así.

Otra obviedad que ha hecho de este año, un buen año ha sido que - salvo algún susto puntual - tuvimos meses tranquilos, sin hospitales y que desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre he tenido a alguien a mi lado que sigue teniendo la capacidad de apoyo, aguante y todo aquello que viene a componer una relación. Con él he paseado Valladolid, Galicia, Santander, Burgos, Segovia...y con él están pensados muchos proyectos a corto, medio y largo plazo.

Los momentos de gloria han seguido estando protagonizados por los de siempre, y eso es una de esas cosas fundamentales que hace a los años malos, superables y a los buenos, inmejorables. Con ellos me veo pasando un calor horrible en el sur de Portugal, tomando cañas por León, disfrutando de un Dublín sin lluvia, inaugurando casas...el gran hobby de este año y por lo que veo, el del año que viene.

Brindo por lo que será hecho remarcable del año que viene: hipoteca, entrega de piso e independencia. El resto lo debe poner la suerte...y el destino.
¡Feliz año 2010 a todos!

27 de diciembre de 2009 | | 0 comentarios

Cuento de navidad

Gente, gente y gente.
Madrid, un hervidero navideño imposible de atravesar sin mirar al suelo a cada paso, sin dejar de agarrar el bolso por si las moscas. Un gorro de Papá Noel, unas orejas de reno, unas pestañas a lo drag queen...la Plaza Mayor atestada de pelucas barriobajeras.
- Ni se os ocurra ir al Mercado de San Miguel -
- Bueno, pues tiraremos hacia la Cava Baja -
El Madrid intenso de las horas del aperitivo se extiende hoy más allá de las 4 de la tarde. Vermut de grifo, queso manchego en Casa Paco, huevos rotos en la taberna de Lucio, ni fritos ni cocidos, casi sin hacer, con patatas y jamón.
- Chicas, otra ronda, que yo creo que con esto sólo no hemos comido -
Se va apagando el sol que daba razón de ser a las terrazas, que haberlas haylas en pleno diciembre. Se afila el frío, se estrenan las manoplas, se agarra el brazo del que esté más cerca para protegerse. Un café y tartas que no se sabe si son postre o merienda. Son ya las 6 de la tarde y hay quien descubre la nueva ubicación del Oso y el Madroño.
- ¿Os acordáis cuando se tardaba una hora en llegar a Sol?
- Hoy en Madrid, todos los décimos acababan en trece.

20 de diciembre de 2009 | | 3 comentarios

El espíritu

Un padre abrazado a una hija que no podía reprimir las lágrimas. Una pareja -nórdica ella, español él- con un niño pequeño, al que corrían a abrazar sus abuelos. Una pareja que se abrazaba con una fuerza que sólo puede acumularse durante meses. Otra pareja que esperaba con una rosa en la mano. Unas mujeres que esperaban con un globo con las palabras Welcome Home. Una familia al completo y unas amigas que se repartían las letras de la palabra Bienvenida.
La sala de espera de un aeropuerto es un hervidero de reencuentros. Alguien siempre vuelve a casa, regresa al trabajo o empieza de cero en un nuevo lugar. No soy muy navideña, pero si en algún lado está el espíritu de estas fechas, ese lugar era la T4 de Barajas esta misma tarde. Sin consumismo exarcebado, sin regalos, sin luces: simplemente miradas y abrazos de quien lleva mucho tiempo sin verse y vuelve a casa...por navidad.

15 de diciembre de 2009 | | 0 comentarios

Artes mayores y menores

Mi trabajo actual es burocracia con mayúsculas, procedimiento administrativo puro y duro y un sinfín de formalidades que llevan nombre, firma y sello para ser válidas en este ámbito cuadriculado por necesidad que es la Administración Pública.

Según lo pienso, mi trabajo tiene sus artes mayores, a saber: los edictos y el cementerio. Los primeros se han ganado el título por ser una parte importante de mi tiempo, lo segundo me ha hecho cambiar las lentillas por una lupa para que no se me escape un detalle...creo que nunca había sentido una responsabilidad tan grande hacia algo que estuviera en mis manos. Ahora ya tengo cierta sensación de saber por dónde me ando, pero los primeros días fueron terribles.

Siempre digo lo mismo...un aprensivo lo pasaría mal. Yo no lo soy, pero reconozco que el tema me saturaba los primeros días. El vocabulario fúnebre es de todo menos divertido, igual que lo que ocurre en torno al cementerio, nada especialmente chistoso. Pero hoy ya se ha convertido en un procedimiento y además, me he dado cuenta del dineral que mueve un tema tan presente en la vida del que sin embargo, nadie quiere oír hablar. Y es que...ojito con la de situaciones que se pueden ver desde la mesa de un despacho en relación a los fallecidos que nadie quiere, que nadie paga para mantener donde están, o que los allegados no se ponen de acuerdo sobre qué hacer con ellos.

Me contaban el otro día algunos compañeros nuevos en una comida prenavideña que estando en el puesto de trabajo, habían visto como alguien se les ponía a llorar. Había ocurrido en Hacienda y Urbanismo y me parecía sumamente curioso, porque si lo piensan, sería más lógico que ocurriera en mi sección y por lo contrario, eso todavía no me ha ocurrido, aunque no es descabellado que cualquier día ocurra.

Al revés, en mi puesto de trabajo he visto a más de una pareja besándose mientras acabo el trámite, sin pudor, allí ¡en mitad del Ayuntamiento! No es broma, es que una de mis artes menores es el registro de parejas de hecho, que aunque sea un trámite de lo más soso y sencillo, resulta muy gracioso ver como muchos, sobre todo los más jóvenes, no pueden evitar la sensación de pensar que se están casando o algo así y sienten el ímpetu de besarse antes de levantarse de la silla.

En fin...cualquier día me salgo del traje de funcionaria gris y me arranco con un poemilla benedittiano, un "puedes besar a la pareja de hecho" y un puñadito de arroz. Aunque hay quien es más práctico, como mi compañero de al lado y me aconseja que cambie todo eso por un "os deseo que duréis más de una semana".

11 de diciembre de 2009 | | 5 comentarios

Perdidos

Creí que esperaría al final para escribir sobre esto...pero no puedo resistirme a caer en la tentación cuando ya he visto la promo de la serie Lost, que comenzará su última temporada en enero.

Reconozco que no me atrae la ciencia ficción, que no tengo ni puñetera idea del género y que huyo de todas las películas, series, cómics que huelan a ello...pero Lost es distinto y es más, tiene un significado especial para mí.

Me remonto al verano de 2007, horrible verano donde los haya, en el que me autoflagelé con un encierro que ya quisiera Juana la Loca...maratonianas jornadas de estudio desde las 6 de la mañana, con la familia en la otra punta de España retozando en la playa, un estado psicológico muy poco recomendable para el estudio y encima, trabajando por las tardes...en tres meses salí un sólo día en agosto...con eso lo digo todo. Si no era el infierno, estaba bastante cerca...y no exagero
Bueno...y cuál es el fin de toda esta explicación...pues que Lost era mi tabla de salvación. Por aquel entonces yo sólo había visto una serie completa que había marcado un antes y un después: A dos metros bajo tierra, y cuando llegó ese verano en el que la soledad lo fagocitó todo, yo sabía que necesitaba algo que me recompensara al final del día...algo que cuando sonara el despertador a las 6 (los domingos hacía una excepción y me levantaba a las 8), me hiciera tener ganas de comenzar el día.

La clave fue Lost. Una serie que empecé a ver sin ninguna confianza, pero que acabó siendo un descubrimiento. Una ficción con un punto de fantasía, unos personajes sumamente atractivos, una trama que se va complicando y en la que cualquier cosa vale y que por tanto, hay que creerse a pies juntillas para disfrutarla. Te engancha y te apasiona...¿qué más se le puede pedir a la televisión hoy en día?

Seguramente en el futuro se hablará de Lost como la gran serie de principios del siglo XXI, lo cual es un gran mérito sabiendo que la industria televisiva fabrica programas de ficción como churros. Seguramente yo no vuelva a ver una serie que volvería a ver desde el capítulo 1 sin dudarlo...seguiré intentando que Uri se vea arrastrado por el fenómeno para hacerlo de nuevo...tarea difícil pero no imposible...tiempo al tiempo.

En fin...Lost empezará y como no, acabará, esta vez de forma definitiva, con un último capítulo que se estrenará de forma simultánea en los cines de todo el mundo...un final digno para una serie inmejorable. Esperemos que la última temporada esté a la altura.

7 de diciembre de 2009 | | 2 comentarios

El día tonto de la semana

...ese día es hoy, lunes de puente sin puente, sin compañeros a la vista y con las ganas de trabajar a medio gas. Dos horas, quedan dos horas para volver a reengancharse al día de fiesta, toca limpiar...mi casa no, nuestra casa tampoco, que ayer pasé por delante y sólo le falta el cartel de próxima inauguración...sino la otra, la de él, digo...la nuestra, que hay que ir acostumbrándose. Cosas de emprender por separado y encontrarse en el camino, hacerse mayor, pensar en el futuro, darle vueltas a la economía, contar, recontar, romper la hucha, pensar en Ikea y en qué comemos mañana.

...pero también, qué bonito estaba el Templo de Debod el viernes y cómo me gusta la opción de escena nocturna de mi cámara. Qué discusiones más tontas se nos ocurren a veces y que mal se duerme cuando se te resbala de entre las manos la puerta del coche. Y las luces de Madrid apagadas, también a medio gas, como yo, como estas ganas de que llegue el momento de no volver hasta 2010.

...y los quebraderos de cabeza que da estudiar a distancia y no saltarse las hierbas por si acaso, de una vez, se obrase el milagro...

3 de diciembre de 2009 | | 4 comentarios

Dobles raseros

Basta ya. En serio.
No puede ser verdad que el mismo sector que pone el grito en el cielo porque se van a retirar los crucifijos de las escuelas sin atender en ningún momento que estamos en un estado aconfesional y que como tal, no se le puede imponer a nadie que en su aula haya un símbolo de una religión que hoy, a diferencia de la España preconstitucional, no todo el mundo profesa; Que los mismos que amenazan con excomulgar a aquellos que hagan público su apoyo al aborto libre, se permitan el lujo de admitir que uno de sus obispos oficie una misa en la que se exhiben símbolos franquistas.
Que yo sepa, una cosa es profesar una religión, tener unos valores morales distintos, incluso realizar un acto ideológico que se puede compartir o no como es este caso y otra muy diferente es que el clero se permita el lujo de remontarse a tiempos preconstitucionales, saltándose a la torera la norma suprema que nos hace a todos iguales, y no saber que eso es inadmisible, ante sus fieles y ante el resto de ciudadanos.
Qué vergüenza.