10 de septiembre de 2009 | |

Independencia (la idea)

Todos los septiembres lo mismo. Tras unos meses de falsa independencia y libertad de movimientos llegan esos días raros en los que tengo que adaptarme a la vida familiar, cosa lógica y normal para quien aún vive con sus padres. La sintomatología es clara, pese a las comodidades (en casa se vive muy bien, aunque creo que habrá quien viva mucho mejor que yo) estoy agobiada, me cuesta adaptarme a los horarios establecidos, a no estar nunca sola y sobre todo a decir qué hago, qué estoy haciendo y qué voy a hacer. Vamos, que estoy de uñas.
Estas crisis que me llevan atacando desde ya hace algunos años, se van relajando cuando pasan unos días, incluso antes con mi vida contemplativa dedicada al estudio y al trabajo casi era necesario que hubiera gente alrededor para no volverme una loca asocial. Pero este año, en el que no he parado y he probado las mieles de ser totalmente independiente y de tener total libertad para hacer lo que quisiera cuando quisiera (cuento también con las responsabilidades, que no todo es vivir la vida), me ha quedado muy clarito que a estas alturas yo ya debería estar fuera del nido y que si no lo he hecho aún, es hora de que vaya pensando en ello.


Hasta ahora la idea del piso era algo real pero lejano, al igual que la idea de independencia. Sin embargo, en estos días, a seis meses de la entrega del piso y con todo el mundo hablando de pisos y muebles a mi alrededor, estoy totalmente convencida de que ya es hora de volar, y pronto.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Nadie te va a queres más y te va a tratar menor que tus padres.

Saludos de un Viejo.

Mentxu dijo...

No si eso ya lo sé y pretendo que aún me sigan queriendo igual cuando me vaya...pero con este post pretendía recalcar la necesidad de independencia que todos sentimos llegado un momento.

Muchos besos.

Grine dijo...

Yo estoy convencida de que dejar de vivir en casa de los padres es la solución para mejorar las relaciones familiares, ahora nos queremos muchísimo más que cuando vivíamos todos juntos...

Mentxu dijo...

Eso lo compruebo yo todos los veranos...nada como estar lejos para echarse de menos...