Se nos va. Hace las maletas, coge la guía de Irlanda que le regalaron por su cumpleaños y se va a la República de Michael Collins, a la vieja Éire, a buscar en el condado de Galway esa experiencia que hay que tener alguna vez en la vida.
Tres meses es ese período que no alcanza a ser mucho, pero que no es poco: un otoño para echarla de menos. Es en estos casos cuando Internet adquiere su mayor utilidad, pues la estaremos vigilando de cerca. Esperemos que haga uso exhaustivo del e-mail siempre y cuando no esté intentando pensar, leer, escribir y hablar en inglés.
Menos mal que existen los billetes tirados de precio. No sé qué dirá del seguimiento de familia y amigos y del boicoteo encubierto de su viaje con tanta visita hispanohablante, pero allí estaremos en noviembre, pidiéndonos a pint of Guinnes con perfecto acento irlandés.
Tres meses es ese período que no alcanza a ser mucho, pero que no es poco: un otoño para echarla de menos. Es en estos casos cuando Internet adquiere su mayor utilidad, pues la estaremos vigilando de cerca. Esperemos que haga uso exhaustivo del e-mail siempre y cuando no esté intentando pensar, leer, escribir y hablar en inglés.
Menos mal que existen los billetes tirados de precio. No sé qué dirá del seguimiento de familia y amigos y del boicoteo encubierto de su viaje con tanta visita hispanohablante, pero allí estaremos en noviembre, pidiéndonos a pint of Guinnes con perfecto acento irlandés.
Que tengas un gran viaje Noe.
1 comentarios:
Eso, eso. Una pint [´pint] of Guiness. Así, bien pronunciado, seguro que no os ponen un batido de fresa.
Pero, una cosa Mentxu, ¿tú puedes beber cerveza negra? ¿Seguro? No descartes acabar un poquito torrijilla...
Bueno y a la Noe, feliz viaje. Cuidades con los galwayeses... que en esa época hace mucho frío y a lo mejor prefieren entrar en calor con joven española que con pura lana de oveja irlandesa.
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