De profesión: viajero

Me sumerjo con ganas en la edición especial de viajes del mes de mayo que ha sacado National Geographic. Se titula Pasión por viajar: los 100 mejores destinos por agua, tierra y aire y es una absoluta maravilla. 120 páginas que rara vez te enseñan estampas conocidas. Aquí casi no mencionan las plazas de París, los rascacielos de Nueva York o la monumentalidad de Roma, no. Aquí te pasean por el Mississippi, la carretera que une Pakistán con Calcuta, la carretera Panamericana (que va de Alaska a Tierra de fuego, ¡imagínense!) o el sur de la India.

Pasar las hojas de la revista es pasar el peor y el mejor de los ratos. Lo mejor son las maravillosas fotos que ilustran cada destino, la información concisa (no más de media página para cada propuesta) y los datos imprescindibles y completamente acertados para los poquitos destinos que aparecen y que yo conozco. Lo peor, pues lo de siempre, la certeza de que será improbable (que no imposible gracias a la lotería) visitar todo aquello que te deja con la boca abierta...es decir, el 95% de la revista.

Me quedo con un detalle curioso. Desconocía por completo que sigue existiendo el Orient Express, el tren de lujo (o más que eso diría yo) que atraviesa Europa desde Londres a Roma en dos días y donde es obligatorio vestir de forma elegante por el día y de gala por la noche, vamos, que no se ha movido desde los tiempos de Agatha Christie...Una cosa lleva a la otra y la curiosidad me ha llevado a la web para comprobar que el billete cuesta "sólo" 3070 eurillos por persona. Lástima que las fechas de partida no acaban de encajar en mi agenda.

No me digan que no sería una delicia ser viajero profesional. Como Willy Fog.