29 de septiembre de 2008 | | 2 comentarios

Opositores incautos

Fraude, tomadura de pelo...llámenlo como quieran, con tal de que su denominación se ajuste a la siguiente definición: acción realizada por república bananera a escala local mediante procesos de selección de dudosa limpieza y/o claridad.

Comenzando por la pésima organización, pasando por el escandaloso y desproporcionado concurso y finalizando en un tribunal más propio de Mira quién baila, he asistido a uno de esos procesos ceñidos a la vieja idea de las plazas dadas y la España del pucherazo.

Ayuntamiento...¿está usted obligado a hacer público por ley un proceso selectivo donde las plazas ya tenían nombre y apellidos? ¡No hay problema!, se elaboran unas bases con una buena dosis de manga ancha donde no se concreten tiempos, ni programas a utilizar, ni puntuaciones, se asigna un concurso para que el pobre incauto que lo intente sin haber pisado el excelentísimo término municipal no aspire a plaza ni aunque saque un 10 y se deja bien abierto el texto a cualquier interpretación...¡éxito garantizado!

En fin...con cosas así, uno ya no sabe si lo que siente es rabia por ver qué mal se hacen las cosas o envidia por que no ser el afortunado al que le ponen la plaza en bandeja de plata.

25 de septiembre de 2008 | | 2 comentarios

Poetas

Dijo Neruda que la poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita, pero puede suceder que escribir y necesitar confluyan en la misma persona y que entonces la Poesía (con mayúsculas) sea caída libre, terapia, despertar, exhaltación.

Pese a estar relacionada con la hondura y la tristeza, la poesía puede tener el fin que a uno le venga en gana, pues como todo arte, parte de la sensibilidad, de la inspiración y de abrirle puertas y ventanas a los sentidos. La poesía es en el fondo, un ejercicio íntimo de desnudez que de vez en cuando se muestra al resto del mundo y por tanto, se puede decir que quien sepa leer poesía, puede llegar a saber tanto como el poeta mismo.

Para los que anhelamos saber y precisamos ser orientados es muy satisfactorio saber que existen lugares donde este género tiene cabida en todas sus formas de expresión, donde pueden descubrirse sus claves con tan sólo una mesa y varios poetas en torno a ella.

A ese lugar llegué hace un par de años queriendo y necesitando poesía y aunque nunca corté el hilo, el último año lo pasé por obligación, más fuera que dentro, atendiendo y cuidando más mi poesía, distanciada de la del resto del mundo.

Este año los factores se han invertido y promete ser interesante, tenemos en la agenda a Rilke, a Rubén Darío, a Machado....Estoy contenta de tener una cita los miércoles a última hora y de haber vuelto a ellos: a los poetas que tanto y tan bien se han dejado guiar siempre por
Luz Pichel.

23 de septiembre de 2008 | | 5 comentarios

Errores

A veces no hay nada como refugiarse en el refranero para seguir adelante. Porque todos hemos hecho el cafre alguna vez y en definitiva...a lo hecho, pecho y aunque la solución a los errores no sea aquello de "mal de muchos, consuelo de tontos", al menos a uno le sirve para no sentirse sólo en el mundo.
Y sí, yo soy capaz de meter la pata hasta el fondo alguna vez, como todos, en el curro, en la vida diaria, incluso ahí donde más le duele a un opositor: en los exámenes, donde uno pretende hacer las cosas con tanto esmero que al final acaba liándola, eso sí, con suma precisión, que es una forma muy elegante de errar.
Al final, después de un tiempo reglamentario de lamentaciones y como uno ya no encuentra con qué consolarse, lo normal es acabar entonando que errare humanum est y fijándose en los errores de los demás para minimizar los suyos...
Porque ¿quién no ha tenido un mal día y ha cometido errores que no sabe cómo pudieron ocurrir? que me lo digan a mí o al redactor de cierto ayuntamiento de cuyo nombre no quiero acordarme...

15 de septiembre de 2008 | | 4 comentarios

Noches en blanco

Es la primera Noche en blanco a la que me he dignado a ir. En otras ocasiones me venció la pereza, las temidas muchedumbres, la imposible vuelta a casa. No tener nada en concreto que quisiera ver con mucho interés también contribuyó, pero en esta edición eso ha cambiado.

Después de esperar la reglamentaria cola de 3/4 de hora para conseguir las invitaciones el día de antes, el sábado atravesamos Madrid hasta Legazpi para ver el espectáculo
Canciones para Pedro en el Matadero, un espectáculo-homenaje a Pedro Almodóvar, centrado en la música creada por Alberto Iglesias para acompañar a gran parte de sus películas.

La primera parte estuvo en manos de la Orquesta de RTVE que ejecutó piezas al son de las imágenes que se iban proyectando en la pantalla gracias a la videoartista SOLU y que intentaban agrupar con bastante acierto los rasgos que han hecho característico lo que todos identificamos como estilo Almodóvar.

Tras un descanso más largo de lo esperado,
Concha Buika, a la que la misma Chavela Vargas ha reconocido como su hija negra, inauguró la parte interpretada acompañada a la guitarra por Javier Limón, el productor que le ha permitido darle un nuevo giro a la copla. Con su voz desgarrada cantó, entre otras, una inolvidable versión de Volver que nos dejó sin respiración. Con el último trago se unió a la portentosa voz de Miguel Poveda, un nuevo valor del flamenco que ha obtenido el Premio Nacional de Música y que cantó un Piensa en mí muy difícil de olvidar y que fue mi gran descubrimiento musical de la noche, de hecho, pienso dedicar algunas horas a escuchar lo que haya grabado hasta la fecha. El broche final lo puso Eva Yerbabuena, que bailó acompañada de la voz de Poveda y más tarde, con su cuerpo de baile al completo.

Tras eso, la hora se nos echó encima para ir a ver al funambulista que iba a recorrer el espacio que hay entre el Banco de España y el Instituto Cervantes, otro de los actos que me apetecía ver y que posteriormente nos hemos enterado por los medios que fue suspendido por el viento. A cambio nos encaminamos hacia Plaza de España para ver cómo la gente había tomado la Gran Vía y muchos hacían cola a la puerta de casi todos los teatros que ofrecían ver el backstage de la Bella y la Bestia o conversar con el elenco de la compañía la Cubana.

Camino a Callao paramos a conocer uno de esos bares que la Gran Vía guarda en la trastienda y en cuya barra bien podría acodarse Juan Madrid. Sólo le pusimos cara, porque apenas pudimos franquear el medio cierre para encontrarnos con unos amigos que apuraban la primera copa de la noche. La segunda tuvo lugar en la barra de
Destino Gran Vía, otro de esos pubs que no estaría mal tener a mano como comodín para dejarse caer cualquier noche. De ahí a casa, aprovechando que el metro hace horas extras en contadas ocasiones.

Y para rematar el fin de semana, lo último visto en cine ha sido
El rey de la montaña, película protagonizada por Leonardo Sbaraglia y María Valverde de la que desconocía por completo la sinopsis y a la que confieso haber llegado guiada por una elección de último minuto frente a la taquilla. La crítica queda en blanco debido a que, además de no saber muy bien qué contar sobre ella, mi opinión y la de los críticos profesionales que he leído a posteriori, son dos mundos opuestos entre los que media una distancia insalvable. Así pues, mejor lo dejamos estar.

10 de septiembre de 2008 | | 7 comentarios

Vacaciones sin salir del trabajo

Supongo que no habrá nadie o casi nadie que se dedique a ir a su lugar de trabajo cada día de sus vacaciones, una rareza que sí me ocurre a mí. Salí el viernes gritando vivas a mi libertad laboral y el lunes ya estaba a primera hora habitando la sala de estudio, silenciosa, pulcra, impersonal…como una usuaria cualquiera mezclándose con una amalgama de universitarios en plena repesca y opositores, en su mayoría, futuros guardianes de la paz en nuestras calles.

Como planifiqué, las tardes las aprovecho en casa y a última hora me doy el gusto de dejarme un largo rato de descanso y ocio en buena compañía. Aunque no sé lo que me está pasando que cuando llega ese glorioso momento, no puedo con mi alma y voy arrastrando los pies…salgo a correr y a los 20 minutos el corazón no me da para más, veo una película y pierdo el hilo durante algunos segundos…

Sabiendo que lo peor está por venir cuando tenga que seguir este ritmo e incorporarme al trabajo y reconociendo las señales que manda mi cuerpo, ya he hecho acopio del remedio energético que, con efecto placebo o sin él, me revitaliza cuerpo y mente: mis cápsulas de jalea real con oro, plata y cobre. Vitaminas a modo de medallero olímpico.

En fin, ya he comprobado su poder sobre mi organismo en otras ocasiones, así que espero que me den una inyección de energías y ánimo y que me desbloqueen un poco la fatiga que me pesa sobre los ojos cada vez que me pongo a estudiar. Con eso me conformo, tampoco voy a pedir milagros y que los psicotécnicos se conviertan en mi pasatiempo preferido o que la Constitución entrañe una sabiduría y profundidad hasta ahora desconocida.

4 de septiembre de 2008 | | 0 comentarios

Los posos del verano

No es lo mismo...aguardar las vacaciones con unos billetes de avión esperando sobre la mesa que una pila de apuntes. Los miro, los vuelvo a mirar...siguen donde están, papel sobre papel, organizados una y mil veces, mil veces memorizados y otras tantas olvidados.

Abro la agenda. 15 días de tardes libres. Más me vale aprovecharlos bien porque serán la fórmula secreta para aguantar el invierno cuando la vida cultural se reduzca a mínimos, cuando a la salida del trabajo nos reciba la oscuridad y recordemos con nostalgia cómo era aquello de salir a plena luz del día, acercarse a una terraza, alternar con los amigos, pensar, como pensamos los que no paramos, que aún se podía hacer algo para exprimir al máximo el día. En fin, habrá que ir concienciándose de la llegada del invierno y su mala costumbre de anochecer a las seis de la tarde. Aceptarlo, como a los seres queridos, tal y como es.

Podría poner tierra de por medio. No se crean que no lo he pensado. Me tienta repetir el bucle veraniego, acabarlo como comenzó, ser superficial (aún más) y pensar en afianzar el moreno que se está yendo a pasos agigantados o comprar un billete de esos que ofertan por 35€ + tasas, antes que en darle un impulso al régimen local español. Pero ahí están, colocados sobre el estante, la nómina y la letra del banco que me inyectan toda la voluntad que a mí a veces me falla. También, para qué mentir, se vive muy bien en esta falsa independencia de la que luego me cuesta tanto desprenderme.

15 días. Pienso sacarles todo el jugo que me dejen. No dejar sin provecho ni uno de los instantes que no esté dedicado a la actividad sacrificada. No parar. No aburrirme. Rebañar, como se rebaña en la intimidad, el plato que tanto te gusta.

1 de septiembre de 2008 | | 4 comentarios

Nuevo curso

1 de septiembre...junto al 1 de enero quizás sea la fecha que mayores buenos propósitos tenga. Ya saben...volver al gimnasio, embarcarse en un curso de algo, adaptarse al medio rutinario sin que resulte traumático...y envidiar a aquellos que gustan de irse cuando todos han vuelto, esos que pasan un verano sin complejos al sol de los halógenos y toman el testigo hasta que el verano toca su fin. Yo ya he disfrutado una tanda de vacaciones veraniegas pero también pertenezco a ese último grupo, así que me siento verdaderamente afortunada y sin motivo alguno de queja.

Además, estas tres semanas entre el aterrizaje vacacional y el próximo día 6 de septiembre han estado bastante ocupadas. Por un lado, fiestas de Sanse, con sus elementos festivo-taurinos típicos y la I quedada frikitecaria en Madrid, donde por fin pude ver las caras de los que se esconden tras el alceo de ceja. La crónica de la cena se puede ver
aquí y aquí gracias a Geekteca. Sólo añadiré que estuve rodeada de expertos en gastronomía japonesa y que voy a practicar habitualmente con los palillos para estar a la altura en la próxima ocasión.

Mientras eso ocurre y para ambientarme en el ambiente japo, esta misma tarde he vuelto a ver una joyita que hace años me cautivó y que está localizada en Tokio:
Lost in translation. Una historia dramática y cómica a partes iguales, de una profundidad que te obliga a ir más allá de la imagen, donde los protagonistas se encuentran para sobrevivir a la soledad y logran absorberte. En definitiva, una película en la que ocurre todo aunque parezca que no ocurre nada, obra de la directora Sofía Coppola, hija de Francis Ford Coppola y actual pareja de Quentin Tarantino. Totalmente recomendable.