4 de junio de 2010 | |

Hipotecada

Todo se remonta al mes de mayo de 2008, fecha en la me lié la manta a la cabeza y dí la entrada para un piso y firmé un contrato de compraventa.

¿Tenía trabajo fijo? No.
¿Sabía con seguridad que iba a poder pagar la hipoteca? Tampoco.
¿En caso de aprobar las oposiciones sabía dónde podía recaer mi plaza? Nada de nada.

Por todo eso, hoy me pregunto cómo me aventuré y además, con tanta seguridad...pero el caso es que así fue, me dio por pensar que era hora de empezar a pensar en el futuro, que era una buena inversión y que siempre que mi futuro laboral estuviera en Madrid, no iba a tener problemas de localización y aquí estamos. Hoy ya soy propietaria de aquel piso en un barrio completamente nuevo al lado del aeropuerto y además, con un punto de frikismo: soy vecina de Belén Esteban, que no es cualquier cosa ;)


Tenía razón una amiga mía que cuando me vio agobiada con tanto número, tanto impuesto y tanta minuta, me dijo que todo cambiaría cuando pusieran las llaves en mi mano y así ha sido. De pronto te aflora el sentimiento de propiedad y más cuando comienzas a enseñarlo y tienes que empezar a planificar con qué lo llenarás (el cómo ya es otro asunto).

Hoy también podría hablar del tema de la sangría de los bancos, del chorreo constante de dinero que va a parar a mil y un sujetos visibles e invisibles que participan en el proceso de compraventa y un notario afín al Régimen (sí, ese Régimen), pero eso estropearía el momento y por suerte, ya está hecho: Ya soy propietaria (o lo seré, según se mire, en 2040).

1 comentarios:

Grine dijo...

¡Felicidades! Ahora ya puede empezar a disfrutarlo, qué de cosas que planificar, decoración por estudiar, mil cuentas que hacer... qué recuerdos.

Todavía me acuerdo cuando firmé la hipoteca y el notario dijo "hasta 2027", me pareció como si me leyera un juez la condena pero hoy ya me resulta más llevadero.