1 de agosto de 2010 | |

La pulserita

Después de unos meses cantando vivas por la recuperación milagrosa propiciada por un botánico curandero sobre mi dermatitis nerviosa, acaba de llegar a mi vida la pulsera Power Balance, otra de esas cosas que te hacen pensar si hay cosas con propiedades realmente demostrables o no son más que un placebo.

Ha sido un regalo, así que como tal, ahora luzco en la muñeca derecha una pulsera amarilla de silicona que lleva incrustrada dos hologramas. En el paquete únicamente me indica que aumentan el equilibrio y la fuerza y que para ello, puedo hacer un par de pruebas. Nada más, no me dicen nada de cuál es el secreto para que las pegatinas me vayan a ayudar a alcanzar todo eso, así que me dirijo a la web y a diferentes páginas en las que me encuentro de todo: por un lado, constataciones de que son maravillosas y por otro, declaraciones de la engañifa en la que acabo de entrar.


El colegio de médicos, la OCU y demás organizaciones de las que en principio tendría que fiarme, me dicen que esto es puro márketing, las revistas deportivas y la marca, sin embargo, te explican que los hologramas tienen elementos electromagnéticos de la naturaleza que afectan al cuerpo y procuran los efectos antes mencionados: fuerza, elasticidad, equilibrio...y que se basan en principios utilizados desde hace mucho tiempo por la sabiduría oriental. En definitiva ¿producto de laboratorio o esoterismo?


Como ando bastante parca en conocimientos de ciencia, mi pregunta es ¿cómo es posible meter elementos electromagnéticos de la naturaleza en una pegatina plateada? pero obviamente, no llego a entenderlo, así que al final, como no me cuesta nada llevar la pulserita, eso haré...no vaya a ser que por mi escepticismo me quede sin semejantes beneficios.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Engañifaaaaaaaaaaaaaarrr!!!!!

Villoren dijo...

Mira que yo me estuve informando mucho al principio por que la prové y parecía que si estirabas más y que tenías más equilibrio. Pero informandose más está claro que no es más que un placebo. Además siempre hablan de que producen una frecuencia que afecta a nuestro cuerpo. Y vamos no hay que haber estudiado fisica aplicada para saber que es imposible que algo que no tiene ninguna alimentación externa pueda producir una frecuencia que no es mas que una alteración en el tiempo que necesita alguien que la emita.

Pero vamos que si a mi me la regalaran tambien me la pondría... je je

Mentxu dijo...

Oye...qué guay me ha venido esa actualización rápida de física ;)

Está claro que vivimos en un mundo lleno de suposiciones y que ésta no es más que una más.

Ya le he echado un vistazo a tu nuevo fotoblog, que no lo había visto...pedazo fotógrafo en el que te estás convirtiendo.

Besos!