Como todo el mundo que tiene alguna vez síntomas de una enfermedad, siempre he ido al médico de cabecera y de éste, a las pertinentes especialidades. Por lo general, no me automedico, no dejo pasar el tiempo a ver si se cura solo y por lo general, hago bastante caso a los tratamientos. Mi última ronda por centros médicos ha sido a raíz de una dermatitis que desde hace dos años, me trae por la calle de la amargura: picores, ronchas, heridas y un tratamiento a base de antihistamínicos y cortisona para cuando el brote ya me cubre el cuerpo. Insoportable, de verdad. Lo curioso de todo esto, es que es raro que cosas así surjan con 27 años y cuando no has tenido ni un sólo problema en la piel. Así pues, nos sumamos a las desagradables casualidades de la vida.
Lo normal en estos casos es aguantar...hasta que la cosa ya torna a ser insufrible y lo peor: se acaban las pruebas y te dan el alta sin que el problema se haya solucionado y con la idea de que tienes que ir aceptando que es crónico y además, de origen nervioso, que no es más que el origen de todo aquello que no se sabe de dónde viene y que hay que darle una explicación. Yo creo que ése es el punto en el que empiezas a comprender por qué hay gente que se agarra a un clavo ardiendo, por qué la gente acude a curanderos, naturalistas, chamanes...a pesar de que el resto piense que son una pérdida de tiempo.
Pues bien. Aquí estoy yo, con mi problema de dermatitis nerviosa agarrándome a ese clavo ardiendo y acudiendo a un señor famoso en Soria porque cura todo tipo de patologías, especialmente eficaz con la curación de anginas mediante medicina tradicional y hierbas varias. No es un santo, pero casi.
Así pues, ayer sábado nos pegamos un madrugón antológico para llegar al Soria a la consulta de este señor a las 11 de la mañana. Típica casa particular de una planta, con una habitación dedicada a la consulta, y un par de habitaciones dispuestas como salas de estar. Cuando entras, el señor no te mira ni una sola roncha, sino que te hace algunas preguntas, te mira con una especie de linterna la uña del dedo meñique (procedimiento curiosísimo) y te da un tratamiento. En mi caso: 7 plantas distintas de las que tengo que hacerme una infusión y bebérmela dos veces al día. Se supone que voy a tener un brote fuerte y que después mejoraré...porque según el señor quiromasajista -botánico, se trata de que todo lo que tengo dentro salga fuera. Todo esto a cambio de 30€ por la consulta y 15€ la factura en el herbolario. Si sale bien, los 45€ mejor invertidos de mi vida, si no, pues 45€ gastados en un día en el que hice muchas cosas más y en el que me lo pasé muy bien visitando pueblos de España.
Hoy, día 1 de las infusiones, acredito que sigo igual de mal que siempre y que a pesar de tener mis reservas, voy a seguir el tratamiento a rajatabla...Al fin y al cabo, la verdad es que mal no me va a hacer y seguiré dando cuentas de la evolución en futuros post.
5 comentarios:
Espero que no se olvide de tomar la infusión. Es probable que en un tiempo, el chamán haya surtido efecto.
Tenga paciencia.
Hierbas sí, Otan No!!
Jajaja...la verdad es que al tipo sólo le faltaba que me dijera que en vez de tomarme las hierbas en infusión, me las fumase...Hubiese sido total.
yo tambien he ido por un problema de espalda.llego ya asi 6 meses y nadie consigue darme una solucion definitiva.
fui a donde Carabantes hace casi una semana.
quisiera saber si a ti te han hecho efecto las infusiones.
porque me estoy planteando ir a soria a que me de masajes tambien.
gracias
Hola Anónimo,
si puedes, escríbeme a karmen_txu@hotmail.com y desde ahí ya te cuento.
Un saludo
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