Estos días ando más centrada (o más bien descentrada) en los exámenes de febrero del grado en los que me auguro un nivel de desastre que puede oscilar entre grave y muy grave. De las cinco asignaturas cuatrimestrales, tengo en mente presentarme a tres...pero dado mi ritmo de estudio incluso me estoy pensado reducir el número y quedarme con dos que tampoco creo que lleve demasiado allá, pero bueno, por ahora las aguanto por puro orgullo, por aquello de que pagué la matrícula y me metí con todas las consecuencias...
Al ser primer curso todas las asignaturas empiezan con la palabra Introducción o con la palabra Fundamentos y continúan con las palabras Economía, Historia, Política, Derecho y Sociología. El caso es que el temario es interesantísimo (para mí, que me va el tema masoca y me matriculo a estas alturas en la universidad) y leo con muchísimas ganas un montón de información que tiene aplicación en la vida real y de la cual tendría que haber más conocimientos generales...eso sí, cuando llega el momento de analizar, memorizar y desarrollar temas por escrito, entro en modo bloqueo.
Lo peor de todo esto es certificar que nos pasamos la vida engullendo datos sin parar para soltarlos sobre cualquier examen y dar paso a cosas más interesantes. Resulta que tengo una asignatura de Historia idéntica a otra que estudié en 5º de carrera hace exactamente 6 años y medio. Tan exacta es que estoy estudiando por los apuntes de aquel año en vez de con el infumable libro de narrativa histórica que me han puesto por temario, y tengo que empezar de cero porque lo que recuerdo es insignificante...dato preocupante y que me crea no poca ansiedad al ver que he subrayado páginas, he hecho resúmenes y esquemas de cosas que ahora mismo me suenan a chino mandarín.
Si no me da un arrebato y quemo los libros antes, seguiré aguantando un par de semanas dedicándole tiempo y deseando que acabe el cuatrimestre terrorífico...diciendo eso de "haré lo que pueda y si no apruebo ninguna no pasa nada". Sabiendo que es una gran mentira y además de las gordas.
Al ser primer curso todas las asignaturas empiezan con la palabra Introducción o con la palabra Fundamentos y continúan con las palabras Economía, Historia, Política, Derecho y Sociología. El caso es que el temario es interesantísimo (para mí, que me va el tema masoca y me matriculo a estas alturas en la universidad) y leo con muchísimas ganas un montón de información que tiene aplicación en la vida real y de la cual tendría que haber más conocimientos generales...eso sí, cuando llega el momento de analizar, memorizar y desarrollar temas por escrito, entro en modo bloqueo.
Lo peor de todo esto es certificar que nos pasamos la vida engullendo datos sin parar para soltarlos sobre cualquier examen y dar paso a cosas más interesantes. Resulta que tengo una asignatura de Historia idéntica a otra que estudié en 5º de carrera hace exactamente 6 años y medio. Tan exacta es que estoy estudiando por los apuntes de aquel año en vez de con el infumable libro de narrativa histórica que me han puesto por temario, y tengo que empezar de cero porque lo que recuerdo es insignificante...dato preocupante y que me crea no poca ansiedad al ver que he subrayado páginas, he hecho resúmenes y esquemas de cosas que ahora mismo me suenan a chino mandarín.
Si no me da un arrebato y quemo los libros antes, seguiré aguantando un par de semanas dedicándole tiempo y deseando que acabe el cuatrimestre terrorífico...diciendo eso de "haré lo que pueda y si no apruebo ninguna no pasa nada". Sabiendo que es una gran mentira y además de las gordas.
2 comentarios:
Cuánto vicioso del estudio anda suelto por el mundo... Ánimo que cuando se hace por gusto es lo mejor.
Diga usted que sí, Grine. Hay un punto de masoquismo cirtamente tragicómico en todo esto.
Si no lo sabré yo...woren
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