Aunque la oferta de canales sea cada vez más apabullante, hace ya tiempo que en mi caso, la televisión se redujo a las series, en su mayoría de producción estadounidense. Boyero ha dicho en numerosas ocasiones que el mejor cine se encuentra en la actualidad en algunas series, ficciones que enganchan por su calidad y por su variedad.
Soy fiel a unas tres o cuatro series según la época, en verano la cifra baja bastante y para mí, son puro entretenimiento. Un capítulo para acabar el día los días que puedo es ya una costumbre y algo que me encanta seguir, no me importa "engancharme", sobre todo cuando eso supone un buen rato y además la serie es de calidad.
Una de esas series que a uno le encantaría volver a ver desde el capítulo 1 sin saber nada es Downton Abbey, una serie ambientada en la sociedad británica del primer cuarto del siglo XX: clases sociales muy diferenciadas, una gran mansión, una gran familia, la I Guerra Mundial como telón de fondo, unos personajes sólidos y bien construidos...la serie tiene todos los ingredientes para que cualquiera se aficione.
En concreto, hay un personaje que me resulta apasionante. Maggie Smith es para mí la piedra angular de esta serie, encarna el clasismo de una manera impecable y es capaz de generar simpatía y antipatía a partes iguales, una actriz ganadora de dos Oscar que le da el toque final a esta ficción que parece que sólo tendrá 3 temporadas, una razón más para verla...nadie tendrá que perderse en culebrones de interminables tramas ya que cada temporada apenas supera los 8 capítulos.